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...y David encontró su pino

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    Comenzaré por decir que la entrada de hoy es un poco diferente a las que suelo publicar en este blog, pero creo que os resultará interesante dado el contenido del que trata.

    Hace unos días me dió por visualizar unos CD´s viejos en los que tenía fotos de bonsái y he encontrado materia prima para montar un reportaje que, en mi modesta opinión, casi se podría considerar, con la perspectiva que da el tiempo, como un pequeño documento histórico del bonsái en nuetro país.

    Corría el año 2.004 y en la ciudad de Salamanca se celebraba un evento alrededor del yamadori, en el que además se realizaron unos talleres. El alma mater de aquel encuentro fue Luis Vila, de sobra conocido hoy en día por liderar El Tim Bonsái, pero por aquel entonces era casi un completo desconocido para el aficionado de nuestro país. Este acto tenía lugar en el Centro Cultural de Japón, situado en el Palacio de San Boal y perteneciente a la Universidad de Salamanca.



    Estaba previsto que acudiesen a dar los talleres dos nombres propios en el bonsái europeo: David Benavente y Marc Noelanders. Quiso el destino que, por motivos que no vienen ahora a cuento, Marc Noelanders no llegase a tiempo para impartir los talleres que tenía asignados. De este modo fue como David se vió como único maestro para impartirlos. Allí acudimos aficionados de diversos puntos de la geografía española, algunos de ellos bien distantes. En ese taller se trabajaron tejos, sabinas, romeros, etc. Sin embargo los que asistimos a esta reunión la recordamos por otro motivo y es que allí fue donde David tuvo el primer contacto con su ya famosísimo pino en cascada.  
    En efecto, uno de los árboles que se le pusieron delante a David había de ser el árbol que mayor gloria le reportaría. Su propietario de entonces era Raúl de Lleida, también conocido por Nikito en los foros de bonsái y a quien El Tim ha dedicado una entrada hace escasas fechas. La verdad es que el árbol ya tenía presencia, de hecho nos impacto muchísimo y seguimos con atención los trabajos que se le hicieron. Os lo presento como llegó al taller, visto desde lo que aun hoy es su frente.


     La parte trasera.


    Y el lateral Izquierdo.


    Como véis, aunque el pino ya era bonito, todavía le faltaba bastante para llegar a
ser lo que mas tarde sería considerado como una obra maestra. La maceta tampoc ayudaba demasiado, siendo a todas luces excesivamente grande. Os muestro otras fotos que tengo del antes, para que os podáis recrear en ellas.




    Detalle del ápice antes del alambrado.

    Incluso conservo un pequeño video en el que David le comentaba algunas particularidades sobre el diseño del ápice a Raúl. Os pongo el enlace para que le echeis un vistazo.

https://docs.google.com/folder/d/0B--z-XmgJo51aTB1eVotS2p5dzA/edit?usp=sharing#docId=0B--z-XmgJo51NVhpTENGZ3B6SlE

     Basicamente lo que demoró la mayor parte del tiempo fue el alambrado. Una vez que David dio las instrucciones precisas a Raúl, éste se metió al tajo. En la siguiente instantánea lo vemos charlando con Leo Blanco mientras colocaba alambre. Todavía le quedaba toda la parte colgante por terminar.



    Al medidodía tenía más o menos la mitad del árbol alambrado pero, en ese momento, se agolpaba una gran cantidad de gente a las puertas del Palacio.


   No, no os creais que había una gran afluencia al evento. No, es que era la hora de comer y habíamos quedado de reunirnos en este lugar para ir todos juntos.

    Una vez saciado el estómago se continuó con la jornada de tarde. Poco a poco el pino quedó totalmente cubierto de alambre. Cuando esto tuvo sucedido pasó David para colocar la ramificación. Poco a poco la cosa iba tomando color hasta que, finalmente, ya pudimos ver al pino totalmente modelado. Os muestro algunas fotos de como quedó al final del taller.


Detalle del ápice
    Y aquí su entonces feliz propietario con la obra finalizada. La cara de satisfacción lo decía todo.


    Pero algo estaba ya escrito en el destino de este pino y algo de premonitorio emana también de la siguiente foto. Resulta que al final del taller los miembros de la Asociación Cultural Bonsái Coruña le pedimos a David que se hiciese una foto con nosotros. Fijaos como se ha colocado al lado del bonsái y hasta le coloca el brazo encima como queriendo decir. "Mío".


    Cuando el taller hubo terminado tuvimos ocasión de salir a ver el ambiente universitario salmantino. Ya era de noche, pero eso no quitaba de que pudiésemos disfrutar de las vistas de la ciudad.


    Chascarrillos aparte, he de decir que al día siguiente se celebraba un mercadillo en casa de Luis Vila, al cual acudimos a primera hora de la mañana. Allí nos sorprendió ver como uno de los árboles que estaban a la venta o para intercambio era el pino protagonista de esta historia. No sé muy bien que fue lo que pasó por la cabeza de Raúl durante la noche, pero el caso es que al día siguiente había tomado la decisión de desprenderse de él. Las negociaciones entre David y él comenzaron en ese momento y el resto de la historia ya la conocéis. David ha conseguido elevar la calidad de este árbol a la cagtegoría de "Obra Maestra", no en vano ha sido distinguido con numerosos premios en certámenes de prestigio: Ginkgo, Noelanders, Alcobendas, Niemeyer, etc. Os dejo, para terminar la entrada, con la foto de la obra hace un año y medio en la Niemeyer de Avilés.


    Espero que lo hayáis disfrutado, cuento con vosotros para la siguiente singladura.

    Juan Liñares

    P.D.: Quiero agradecer a Eduardo Calviño la cesión de las fotos para este artículo. En aquella jornada él fue el fotógrafo y a su buen hacer debo ahora la posibilidad de poderos mostrar este reportaje.

El espino que me arañó

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INTRODUCCIÓN

    Al Crataegus protagonista de la entrada de hoy ya lo había enseñado en una entrada anterior pero, llegadas estas fechas, tocaba de nuevo realizarle una puesta al día. El alambre ya se le había retirado hacía bastatente tiempo, en el otoño, por lo que el árbol presentaba el siguiente aspecto al inicio de la sesión.


    Desde el año pasado perdió una rama casi fundamental, la primera de la derecha. Ahora habrá que sustituirla de algún modo. Ya os mostraré como.

LIMPIEZA, LIMPIEZA Y MÁS LIMPIEZA

    Evidentemente lo primero que eliminé fueron las malas hierbas que había sobre el sustrato. En esta ocasión no eran demasiadas, pero no por ello había que descuidar esta tarea. En la imágen se ven amontonadas en una esquina, sobre el sustrato.


    Aún estaban presenten los anclajes que se dispusieron el año anterior para sujetar el árbol.

    Ahora ya no eran necesarios puesto que, durante todo este tiempo, el sustrato se ha ido compactando y el árbol ha desarrollado nuevas raíces. Esto permite que permanezca firmemente anclado sin necesidad de la ayuda suplementaria de los alambres. Por lo tanto había que cortarlos.


    Así mejor:


    En algunas zonas del tronco se había acumulado suciedad.


    También se procedió a realizar algo de limpieza en esos recovecos.


UN POCO DE BRICOLAJE

    A veces se hace necesario improvisar soluciones a pequeños problemas, que se presentan sin contar con ellos. Tal es el caso que nos ocupa. Durante la manipulación del árbol se desprendió un pequeño trozo de corteza.


    Y este es el trozo en cuestión:


    Por la parte de abajo tenía algo de suciedad...


...así que con un cepillo de alambre se le limpia bien...


...y luego se le aplica un poco de pegamento instantáneo. No enseño la marca porque no me han pagado derechos de patrocinio, tal vez en la siguiente ocasión, jajaja


    Y ya puesto de nuevo en su lugar:



PROTEGER LA MADERA

    Llegados a este punto os voy a desvelar un secreto, un secreto que muy pocos conocen y que nadie, hasta hoy, ha desvelado en publico. Se trata de algo muy conocido por todos. No, archiconocido por todos, pero al que nadie puede asociar con la protección de la madera. Os lo muestro:


    ¡ Otros que no han pagado los derechos de patrocinio !

    Bueno, en realidad este no era el verdadero secreto, en realidad ¡ la verdad se esconde en la tapa !.


    Pues eso ¿que os habíais creido? No conozco a nadie que use un bote de mermelada de fresa para guardar el líquido de jin diluido, por lo tanto novedad sí que es, jajaja

    Después de la aplicación el aspecto de la madera muerta es el siguiente:


    Al terminar de secar aun tiene una tonalidad blanca excesiva para mi gusto. En caducos me gusta algo que llame menos la atención. Este tono, sin embargo, gana naturalidad en apenas unos días.

APROVECHAR PARTE DE LO QUE CASI TODOS CORTAN

    En numerosas ocasiones  hemos visto como una planta emite chupones desde la base o emergiendo desde el mismo sustrato. En esta ocasión también se daba esta circunstancia.


    Observando esta característica me he planteado aprovecharla en beneficio del árbol. La idea consiste en utilizar algunos de esos brotes para mejorar el nebari de la planta, tratando de que se conviertan en nuevas raices. Algunos no valen, evidentemente. Un caso de estos lo véis en la foto de abajo, en la que el brote, al nacer muy alejado de la base del árbol, no tiene utilidad de cara a la mejora del nebari. En este caso la solución es la esperada: cortar.


    Este otro, sin embargo, parte de una posición teóricamente idónea. Será un sujeto adecudado para probar la nueva técnica.


    Para ello se pela un poco por la zona inferior y se baja hasta contactar con el sustrato. Luego se ancla al mismo con un "clip" de alambre.


    A continuación tapamos con algo de sustrato y a esperar. Si da resultado habremos ganado algo de calidad en el nebari y si no por probar no se pierde nada.


    A continucaión os muestro una pequeña raíz, que podemos aprvechar pero que nace un poco elevada de más.


    Con el fín de mejorar su estética la adoso al tronco con la ayuda de otro trozo de alambre. Al no verse como una raíz aerea mejora su aspecto y puede llegar a ser importante para mejorar el nebari.


    Después de los arreglos descritos hasta aquí tocaba sesión de almabrado. En el caso de los espinos hay muchos aficionados que cortan las espinas para facilitar la colocación del alambre. Sin embargo yo debo ser un poco raro porque a mí me gusta que los espinos tengan espinas. Me da la sensación de que cortarlas es eliminar una de sus principales características, sinó la que más, no en vano a ellas debe su nombre vulgar. Esta forma de trabajar tiene sus consecuencias y, al final, las manos reflejan el sacrificio del abnegado cuidador en pos de la naturalidad de la planta. ¡ Jobá, vaya frasecita me ha quedado !



FINALIZACIÓN DEL TRABAJO

    Una vez terminadas todas las labores de mantenimiento, incluído el alambrado, el aspecto final de la planta es el que podéis ver a continuación. El espacio que ocupaba la primera rama de la derecha, la que secó,  se ha llenado bajando otra de la zona superior de la planta. Para conseguir que tuviese la longitud necesaria se ha dejado crecer durante toda la estación vegetativa.
  
Lado derecho



Parte trasera
 
 
Lateral izquierdo
      Un par de semanas después el espino ya ha brotado, luciendo unas verdes y brillantes hojitas verdes.
 
Frente tras la brotación
      Como os había dicho, la tonalidad blanca que aparecía tras la aplicación del líquido de jin, ha perdido intensidad. Así es como prefiero ver la madera en los caducos, con matices diferentes dependiendo de la zona y con un tono grisáceo mejor que blanquecino.

    Hasta aquí ha llegado la entrada de hoy, espero que os haya resultado, cuando menos, entretenido. Os espero en la siguiente aventura.

    Juan Liñares

Resurrección

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INTRODUCCIÓN

    La historia que os voy a contar hoy es una de esas que supongo que se repetirán en muchas ocasiones. Habla de una historia de abandono, de olvido, de descuidos continuados, narra el paso por los infiernos de una planta que, sin saberlo muy bien porqué no ha gozado de los cuidados necesarios durante demasiado tiempo.

    La desdichada víctima a la que dedico la entrada es un Alcornoque ( Quecus suber ). Es una planta a la que en su día ya se le había dado un primer modelado, de hecho tuvo su protagonismo en un artículo anterior del " Cuaderno de bitácora ". Sin embargo fue una planta que se puso a la venta sin que nadie se interesase por ella. Poco a poco fue cayendo en el olvido y siempre había algún árbol al que se le daba prioridad en detrimento de él. El caso es que ha tenido más de un año de crecimiento "salvaje", lo cual ha provocado su completa desfiguración. El modelado inicialmente dado se había perdido totalmente, el alambre no se había retirado y se clavó en algunas ramas, crecieró mucha vegetación inadecuada, las ramas se alargaron en demasía y las malas hierbas campaban por doquier.

    Os muestro unas imágenes de la planta antes de comenzar con los trabajos que voy a relatar hoy.

Frente
Lado izquierdo
Parte trasera

¡ MANOS A LA OBRA !

    Como ya dije una de las cosas que había que eliminar eran las malas hierbas. La fotografía inferior pone de manifiesto que le hacía falta.


    Este árbol tenía muchísimo vigor, tanto que aparecieron numerosas ramitas en lugares en los que no se necesitaban o en los que ya había otras.


    Por lo tanto, había que eliminarlas. Siempre es importante ir eliminando primeramente lo superfluo para quedarnos unicamente con lo esencial. Esto cobra especial protagonismo, sobre todo, cuando no tenemos demasiado claras las ideas y no vemos como "meterle mano" a un árbol. Al eliminar lo "claramente" sobrante es más facil encontrar soluciones coherentes.


    Para trabajar un alcornoque ayuda mucho hacer un defoliado total, sobre todo esto se torna esencial si además lo vamos a trasplantar. He visto fallar muchos ejemplares de esta especie tras el trasplante, sobre todo fallan más cuanto más formada tienen la copa, contrariamente a lo que cabría esperar. Con un defoliado total se consigue que el árbol responda poco a poco, según se lo van permitiendo sus raíces. Si le dejamos las hojas, éstas van a requerir un esfuerzo por parte de las raíces que éstas no están en condiciones de realizar.

    Como ya dije, algunas ramas habían crecido en longitud más de lo deseable.


    Como la previsión era hacer un defoliado total, lo mejor era recortar antes toda la vegetación excesivamnte larga para no pasar trabajos en valde. Así que eso fue lo que se hizo, como se ve en la foto de abajo.



    Otra zona que iba a requerir algo de antención era la madera muerta que tiene en el tronco. Era necesario realizar una limpieza y tratamiento protector.


    Una vez desprovisto de sus hojas el alcornoque luce bastante desangelado.


    Ahora iba a ser también más facil desalambrar la planta. Ya dije que algunos alambres se habían clavado y también se llegó a secar algún brote fino, como el de la foto inferior.


    Una vez desposeído del alambre el aspecto cambió algo.


    En algún punto hubo que eliminar ramas bastante gruesas, que dejaron su huella en la planta.


    Por supuesto fueron convenientemente selladas con pasta.


    A continuación se volvió a alambrar toda la planta, era necesario hacerlo si le queríamos dar un buen modelado.


    Pero este ejemplar está destinado a ser una semicascada (Han-Kengai), con lo cual se imponía una ligera inclinación hacia la izquierda.


    Luego se le dió forma a las ramas, ya sabéis doblar por aquí, esitrar por alla, esta ramita para arriba, esta otra para abajo y ya está. Bueno en realidad creo que no lo es tanto, la verdad es que es en este momento donde hay que demostrar si se tiene magia en las manos o simplemente muñones. El caso es que la planta, tras la colocación de las ramitas, ya lucía un aspecto bien distinto. También la madera había sido tratada con líquido de jin diluído.


    Tenía una maceta preparada para la planta, pero no he podido hacer la plantación como yo hubiese querido. El árbol ha quedado desviado demasiado hacia la izquierda ya que no he podido "meterle más caña" a la parte enterrada, era demasiado riesgo. En próximos trasplantes se tratará de irla reduciendo para que se pueda ir centrando más la planta. Por otro lado la parte descubierta da todavía más solidez al conjunto, lo que se pierde por un lado se gana por otro. Bueno, no os hago esperar más, os muestro las fotos finales de la planta.

Lado derecho



Parte trasera

Lado izquierdo

Frente
     Hasta aquí ha dado la aventura de hoy, espero contar con todos vosotros en la siguiente ocasión, no tardaremos en volver a zarpar. De momento aguantaremos en tierra firme hasta que cese el temporal, dan mar revuelto para las próximas jornadas. ¡Qué corra el ron marineros!, la inactividad y el frío hay que combatirlas de algún modo.

    Juan Liñares

¡ A meterlo en vereda !

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INTRODUCCIÓN

Supongo que recordareis que en el Congreso Gallego de Bonsái, celebrado en el mes de septiembre pasado, os presenté una adquisición que hice en el mercadillo. Se trataba de un majuelo recolectado por Toni, un buen aficionado gallego de las Rías Baixas. Han pasado ya algunos meses y, dado que el ejemplar estaba plantado en un barreño de plástico nada estético, decidí trasplantarlo a una maceta de bonsái, más que nada para hacerme una idea de lo que había enterrado. De paso aprovecharía también para hacer otra serie de trabajos que se podían ir adelantando. La planta presentaba el siguiente aspecto en el mes de febrero, antes de actuar sobre él.

Frente elegido
Lado derecho
Parte trasera del espino
Lado izquierdo

EL PROCESO DE DOMA

    Como se puede apreciar en las anteriores instantáneas elk árbol estaba todavía "salvaje", era necesario irlo domesticando algo.

    Una cosa que me ha llamado la atención de este ejemplar, es el sistema de anclaje que ha utilizado Toni para lograr inmovilizarlo. Ciertamente es curioso, pero efectivo.


    Comencé por cortar los cordones de anclaje...


...para que el majuelo quedase liberado de sus ataduras.


    Había algunas ramas, gordas, viejas y ya encortezadas que debían de ser eliminadas. Una pena, dado el carácter único que tenían, pero era necesario cortar. Sobre todo dos de ellas, situadas en la parte baja del árbol y que se dirigían a contradirección respecto al resto de la planta. Una de ellas era esta.


    Pero antes comencé por cortar la brotación escesivamente larga, dejando sólo un trozo pequeño de cada brote.


    Otra vista de una de las ramas sobrantes.


    Así que comencé a cortar.


    Esta era otra de las ramas que sobraba.


    Como en el caso precedente, procedí a recortar la brotación excesivamente larga...


...y a cortar la rama dejando un pequeño tocón.


    El hecho de dejar un pequeño tocón tiene más implicaciones que la meramente estética. Evidentemente en el futuro será trabajado como madera muerta, pero ahora mismo, su función es evitar que se seque la corteza situada debajo de él. Si emite nuevos brotes se conservarán y luego, con el tiempo, se irán debilitando y eliminando paulatinamente. De este modo el callo de cicatrización se formará justo alrededor del perímetro de la antigua rama. No es buena idea cortar ramas muy gruesas de cuajo, siempre debemos pensar en las consecuencias que puede acarrear la sequedad de la corteza que la alimentaba y que, en muchas ocasiones, llega hasta la zona del nebari. Para evitarlo es mejor proceder con cautela.

    Una vez eliminadas las grandes ramas sobrantes, el aspecto de la planta es el siguiente:


    Luego se podó la excesiva longitud de la brotación y se eliminaron los brotes mal situados, innecesarios, dobles, etc. De este modo ya se consiguió tener una silueta mucho más limpia del árbol.


    El árbol tiene una zona de concicidad invertida que es necesario arreglar. En este caso la solución no es fácil y menos teniendo en cuenta que no quería estropear la bonita corteza del majuelo con trabajos de rebaje en la madera. Así que decidí conservar un pequeño resto de la rama situada en la parte baja del tronco, a la izquierda. La idea es crear ahí una pequeña copa, tal vez al modo de un tronco hijo, que cuando esté bien densa tapará el defecto del tronco grande. Al mismo tiempo nos aseguramos la continuidad del fujo de savia y preveemos una más que posible sequedad de esa parte hasta el nivel de raíces, lo que repercutiría negativamente en la calidad del nebari. En la imágen inferior queda reflejada esta circunstancia.


    En algunas zonas del tronco principal se eliminaron brotes jóvenes que, sin embargo, ya habían alcanzado un cierto calibre. En este caso se sellaron adecuadamente para facilitar la cicatrización.


    Cuando el calibre es pequeño no hace falta ni sellar y menos estando situados en una zona en la que posteriormente se realizará un trabajo de madera muerta. Tal es el caso de la parte que os muestro ahora.


    Llegados a este punto tocaba trasplante. Así que lo primero fue extraer la planta del barreño que hasta ahora había hecho las labores de maceta.


   El sustrato era bastante suelto y, una vez sacado el cepellón de su recipiente, no tardó en desmoronarse parcialmente. Estaba compuesto por turba y pomice de grano grueso.

    Un ligero palilleo ya dejó el cepllón bastante en condiciones.


    Sin embargo aún decidí limpiarlo más utilizando, para ello, el chorro de agua. Al final el cepellón quedó tal y como os muestro.


    Las raíces que habían sido cortadas tras la extracción del campo estaban formando un callo de cicatrización francamente esperanzador. Si todo discurre como hasta ahora es posible que en el futuro puedan llegar a cerrarse totalmente.



    A los Crataegus les gusta los suelos profundos, con tierra vegetal fresca y nutritiva. Por ello es conveniente añadirles una pequeña parte de turba. No hace mucho, leyendo a un compañero gaditano, decía que el cultivo de estas plantas es casi imposible si no se le añade algo de materia orgánica vegetal. Así que los que viváis en latitudes más calurosas que la mía no olvidéis de hacer esta pequeña enmienda en la preparación de vuestras mezclas, evitareis sustos desagradables en el verano.


    La capa superior se dispuso únicamente con akadama por razones estéticas y funcionales. La primera no hace falta explicarla pero la segunda es debida a que la tierra vegetal sobre la superficie dura dos telediarios, el riego diario la lava y la derrama de la maceta. En los lugares en los que quedan raicillas situadas casi en la superficie del sustrato, se tapa la zona con tepes de musgo para evitar que se malogren.


    En la zona superiro hay una zona que se ve muy ancha. Ahí podría decirse que hay otra conicidad invertida, pero aquí la solución es otra. Viendo la zona desde un lateral nos damos cuenta de que la continución idónea del ápice se encuentra por detrás, mientra que la de delante se puede trabajar perfectamente como una zona de madera muerta más adelante. Sin embargo de momento no me he querido meter en este fregado, ahora la labor prioritaria era el trasplante. Esperaré a que se recuperé bien la planta y, ya en el otoño, es cuando sacaré tiempo para atacar esta zona del árbol.



RESULTADO FINAL

    Una vez finalizado el trasplante el aspecto del espino es el siguiente.

Frente
Lado derecho

Parte trasera

Lado izquierdo

EPÍLOGO

    En los tiempos de crisis hay que agudizar el ingenio y no desaprovechar ninguna oportunidad, por escasas posibilidades de éxito que tenga esta.

    Cuando corté las ramas viejas que no entraban en el diseño, me dió pena tirarlas, algunas de ellas podrían dar lugar a excelentes sohines o mames. De ahí que les podase la  brotación aun cuando iban a ser eliminadas, algo que no tendría lógica si no fuese porque tenía en mente aprovecharlas. Fijaos.




    Fijaos en la magnífica corteza que tienen estos trozos de leña.


    De este modo me ví con cuatro megaesquejes de Carataegus. Con el afán de comprobar la diferencia que podía haber, puse dos dentro de un terrario en desuso y otros dos a la intemperie. Ha pasado un mes desde que los he plantado y ya comienzan a brotar, aunque hay diferencia entre ellos: los que estaban en el terrario llevan adelanto con respecto a los que estaban al aire libre. Un resultado esperado, nada extraño. En la foto de abajo podéis ver, a la izquierda, los cultivados a la intemperie y, a la derencha, los dos que han tenido la fortuna de ser protegidos.


    Estos que os muestro ahora son los que están dentro del terrario.



    Los que crecen sin protección llevan cierto retraso, aunque también están comenzando a  brotar.



    La verdad es que no he arriesgado demasiado a la hora de decidir plantar los esquejes, nada podía perder y tenía mucho que ganar. Pero para ser sinceros no es la primera vez que consigo enraizar megaesquejes de esta especie y tengo conocimiento de que algún compañero también ha tenido éxito en esta empeño.

    Como dije, ha pasado un mes desde el trasplante, tiempo suficiente como para que el árbol padre también dé señales de vida. La primavera entra como un vendabal, insuflando álitos de vida en todos los árboles que han permanecido en latencia durante el invierno.


    Detalle.


    Hasta aquí ha dado la aventura de hoy, espero que la hayais disfrutado. La flota está amarrada por un temporal de viento. Las embarcaciones, amarradas al abrigo del espigón del puerto refugio, danzan al son de las olas. Mientras el capitán bebe el último trago en la cantina del muelle, a la espera de una mar de bonanza que le permita volver a zarpar nuevamente. Os espero a todos, marineros aguerridos cuyo coraje se ha puesto de manifiesto en más de una mala marea. ¡ No falteis !.

Juan Liñares

Desde Asturias con amor

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INTRODUCCIÓN

    En la entrada de hoy no os voy a mostrar ningún trabajo espectacular, no. Simplemente va a ser la presentación en sociedad de un nuevo árbol que ha pasado a formar parte de mi colección.

    Hace algunas semanas tuve ocasión de visitar a mi buen amigo Yoyo en su casa. Estuvimos trabajando algunas plantas durante un par de jornadas y el día de la despedida quiso agasajarme con un árbol de su propiedad, concretamente con un tejo de tamaño mediano. Como muestra de mi agradecimiento quise montar este ártículo, para demostrarle que su gesto no ha caído en saco roto y que trataré de hacer algo bonito con el árbol que tuvo a bien regalarme. El valor de la amistad está por encima de los bienes materiales, pero a través de ellos también es una buena manera de fomentarla, sobre todo cuando se comparten.

    El árbol estaba plantado en un cajón de madera y, por lo que me dijo Yoyo, llevabá plantado en él unos tres años. La planta se había recuperado bien y mostraba síntomas de tener buen vigor. Me gusta trasplantar los árboles que llegan a mi colección a la menor brevedad posible ya que, aunque no lo necesiten, me sirve para saber de primera mano la forma de la parte enterrada así como su estado. De este modo las decisiones que se tomen en el futuro, sobre todo cuando se le dé su primera formación, estarán basadas en un conocimiento real y no en suposiciones o esperanzas.

    Aunque el ejemplar no posee maderas muertas espectaculares, creo que me va a ofrecer la posibilidad de realizar un ejercicio de imaginación importante. De todos modos eso será más adelante, ahora no es la prioridad. Os muestro la planta desde todos sus lados tal y como la recibí.





    También os enseño la parte baja del tejo desde los distintos lados vistos anteriormente.






¡ AL TAJO !

    Una característica de este tipo de material es que suelen traer de origen una buena cantidad de ramillas secas que hay que eliminar. De este modo se favorece tanto la llegada de la luz a las zonas interiores como el paso de aire entre las ramas.


    Una limpieza bien realizada suele demorar un buen rato, pero al final el resultado es más que evidente. El árbol se ve mucho más limpio y realza su verdor.


    Sobre el tronco quedan las impresiones de las ramillas que se han eliminado.


    Cuando la limpieza hubo finalizado se pasó al trasplante en sí. Una vez cortados los alambres no hubo ningún problema para extraer el árbol del cajón en el que estaba plantado. Nada más sacarlo al exterior puede ver algo que me llamó la atención.



    Se trataba de pequeños trozos de porexpán, que se añadieron al sustrato con el fin de ofrecer a las nuevas raicillas un medio un poco más cálido. Esta practica está muy extendida en jardinería, donde se añaden frecuentemente perlitas de este material para realizar un efecto tampón sobre las temperaturas, impidiendo que se lleguen a alcanzar valores demasiado bajos. El método en sí está bien y da resultado, de hecho la planta tenía un gran cepellón de raicillas finas. Sin embargo tiene un inconveniente y es que, al usar trozos más grandes, como en este caso, las raíces los atraviesan y luego resultan un problema a la hora de eliminarlos. De hecho algunas raicillas se rompieron durante el proceso. Os enseño un par de instantáneas en las que se aprecia lo que comento.



    De todos modos, como ya comenté, después de limpiar todas las raíces se pudo comprobar que la planta gozaba de un buen cepellón. Esto suele ser garantía de que el árbol no vaya a tener problemas para superar el trasplante.


    Había algunas raíces sin ramificar, con raicillas finas solo en las puntas. En la foto que sigue sujeto una de ellas. Naturalmente este tipo de raices no nos sirven y lo mejor, si el árbol lo permite, es eliminarlas.


    Había también una gruesa raíz que estorbaba bastante para realizar una plantación  en maceta de bonsái.


    Sin embargo antes de proceder a su reducción hay que aseguarse de que no es indispensable para la supervivencia de la planta. En este caso tenía muy pocas raíces finas, por lo que se pudo eliminar un buen trozo de la misma.


    Una vez eliminada esa raíz gruesa ya no hubo ningún problema para encajar el árbol en su nueva maceta, el cepellón quedaba holgado incluso en una de tamaño más pequeño de lo que se tenía pensado. Para lograr una fijación firme hubo que colocar un tornillo en uno de los lados, ya que carecía completamente de raíces en esa zona. Además, para lograr mantener el ángulo de plantado y que el tejo no se cayese hacia esa zona, también se colocó un pequeño taco de madera.


    En otras zonas se protegió la corteza de las raíces con un trozo de caucho.



CON EL TRABAJO TERMINADO...POR AHORA

    El sustrato utilizado en esta ocasión estuvo compuesto por una mezcla de akadama y pomice, más o menos a partes iguales. La akadama ha sido previamente tamizada y la pómice se tamizó y se lavó para dejarla lo más libre de polvo posible. Dado que el trabajo realizado en esta primera sesión no iba a ser de formación tampoco se ha decidido cual va a ser su frente definitivo. Por ello simplemente me voy a referir a ellos numéricamente para irlos mostrando. Por supuesto, estoy abierto a escuchar vuestras opiniones sobre cual creeis que sería el más adecuado de ellos, puede ser un interesante debate.

LADO 1



Detalle de la base desde el Lado 1


LADO2




Detalle de la base desde el lado 2

LADO 3




Detalle de la base desde el lado 3

LADO 4



Detalle de la base desde el lado 4
    Bueno pues hasta aquí ha dado la entrada de hoy, pero no quiero despedirme sin agradecerle nuevamente a Yoyo el detalle que tuvo conmigo. Al resto de la tripulación, ya sabéis, espero vuestras opiniones. ¡Hasta la siguiente marea!

Juan Liñares 

Cuento de Navidad...en primavera

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INTRODUCCIÓN

    La justificación del título de hoy es bien sencilla, no en vano en la entrada de hoy os voy a hablar del árbol que mejor representa el espíritu navideño: el abeto. Esta es la historia de uno de ellos, un ejemplar comercial, como tantos. Se adquirió a principios de este siglo, tal vez en el 2.001 ó en el 2.002, no lo sé exactamente. Mientras estuvo adornando un triste rincón en la tienda que por entonces tenía, fue regado con agua y azúcar, lo que ayuda a que no desprenda acículas. Por aquel entonces ya llevaba bastantes años haciendo bonsái, así que el destino del árbol estaba escrito. Y lo estaba desde antes de ser adquirido, desde el momento en que decidí ir a buscar uno para ambientar la Navidad en aquel viejo negocio. Yo ya había decidido cuidarlo lo mejor posible para que, pasadas las fiestas, siguiese siendo viable y lo pudiese comenzar a ver como un futuro bonsái.

    Realmente he metido este ejemplar en el apartado de nuevas adquisiciones siendo uno de los árboles que más tiempo lleva conmigo. La razón está clara: nunca antes lo había presentado en sociedad. 

    Lamentablemente no dispongo de fotos de aquella época, ha sido uno de los pocos que se ha ido librando de las luces de los flashes durante muchos años.

    Cuando el abeto dejó de tener función decorativa, lo pasé a una maceta muchísmo más grande que la que tenía originalmente. Se cultivó durante años en ella, en contacto directo con el suelo. Esto provocó que algunas raíces saliesen por los agujeros de drenaje y comenzasen a desarrollarse directamente en él. De este modo el árbol creció y ganó volumen, que era lo que yo realmente buscaba. Como dije, no dispongo fotos de aquellos primeros pasos, pero revisando el material gráfico pude encontrar esta foto general en la que se ve la planta, aunque sea de modo testimonial, en el lugar en el que pasó varios años. Corría el año 2.005.



    En marzo del 2.008 el aspecto de la planta era el que podéis ver en la foto inferior.



PRIMERA PODA

    En ese año consideré que el árbol necesitaba un trasplante, pero antes, dado que había raíces que se alimentaban directamente del suelo, decidí darle una poda fuerte para que el árbol tuviese menos dificultades para recuperarse. Y cuando digo que le dí una poda fuerte, lo digo en el más estricto de los sentidos.


    Luego se trasplantó. Tampoco tengo fotos de aquel momento. La siguiente que os puedo mostrar data de medio años después, concretamente del mes de septiembre de ese mismo año 2.008. Fijaos lo bien que se repuso tras una pérdida tan grande de follaje.



    en esta última foto se puede apreciar como la altura del ejemplar fue reducida de forma importante. Se hizo una sustitución de ápice para tratar de conseguir movimiento y conicidad en una planta que, de serie, son practicamente rectas.


 ¿ Y A DÍA DE HOY QUÉ ?

    Bueno, pues a día de hoy han cambiado algunas cosas. El árbol continúo desarrollándose en esa maceta china que habéis visto en la foto anterior. El pasado otoño, cuando casi habían transcurrido otros cinco años y coincidiendo con el último arreón de crecimiento, partió la maceta por la presión de las raíces.


    El aspecto del árbol a principios del pasado mes de marzo era el siguiente:


    Tenía pensado modelar el árbol a comienzos de año, pero el incidente con la maceta ha trastocado mis plantes. Quería dejar para el año que viene el tema del trasplante, pero dada la nueva realidad alteré el orden de operaciones decidiendo, finalmente, trasplantar ahora y, si responde bien, modelarlo en el próximo otoño.

    Cierto sábado de ese mes se presentaron en mi jardín un par de incautos amigos de los que no dudé en "aprovecharme". Si se hace de modo coordinado el trabajo que se puede desarrollar entre varias personas es superior al sumatorio de cada una de ellas por separado. Gracias a ellos puse mis ojos nuevamente en el abeto y les dije:

    - ¿Qué os parece si lo trasplantamos?
    - Lo que tu digas - respondieron casi al unísono.

    Y nos pusimos con ello. Lo primero fue sacar el árbol de la maceta o, puntualizando mejor, de los restos que quedaban de ella. En la siguiente imágen Carlos sujeta la planta para que yo inmortalizase el estado del cepellón: un auténtico ladrillo de lo compacto que estaba.


    Una toma más próxima.


    Peinar semejante cepellón siempre acarrea un duro trabajo de desenredo. Cuando ya el aspecto es como el que sigue...


...atras queda un buen rato de manejo de garfios y palillos. En el suelo se han ido depositando las raíces podadas, muchas de ellas tremendamente largas, de las que dan varias veces la vuelta a la maceta.


    No tenía ninguna maceta predestinada para este árbol, pero entre el stock que siempre tengo encontré una de Yixing rectangular, de mayores dimensiones que la anterior, y la utilizamos. Al abeto le damos así "cancha" para que desarrolle todo lo que quiera. Tras la colocación del árbol y la preceptiva adición de akadama y pomice, había que realizar un concienzudo palillado para que no quedasen bolsas de aire entre las raíces, lo que podría provocar su muerte.




EL ASPECTO FINAL

    Cuando el trabajo de trasplante hubo finalizado el árbol presentaba un aspecto prometedor. Se ha conseguido un movimiento armonioso a lo largo de los años, así como una conicidad insospechada en un principio.

Frente de la planta
    A nivel del nebari todavía hay mucho margen de mejora. Habrá que luchar por conseguir mejorarlo, aunque es cierto que algo ya se ha conseguido.



Lateral derecho
  
Dorso

Lateral izquierdo

    Después de estas fotos, que en principio iban a ser la finales, decidí podar relativamente fuerte de nuevo. La razón de esta nueva poda es doble: por un lado quería frenar la tendencia apical de las ramas, obligándolas a brotar hacia el interior y, por otro, quería permitir que la luz solar llagase hasta el interior de la copa, puesto que algunos brotes se habían desarrollado extremadamente finos y largos a consecuencia de la falta de luz. Me interesa más conseguir brotaciones cortas y gruesas. Tras el nuevo trasquilón el aspecto final, ahora sí, es el que se muestra a continuación, aunque sólo dispongo de una toma de la parte trasera.



    El árbol pasará una nueva temporada de crecimiento, esta vez sometido a un rico programa de riego y abonado. Deberá estar lo suficientemente vigoroso como para poder ser modelado por primera vez en el otoño. Claro que si no se consigue se le dará más tiempo para que lo haga. Después de tantos años no nos va a entrar ahora la prisa ¿no?.

    Hasta aquí la entrada de hoy. Espero que os haya gustado y, sobre todo, que sirva como ejemplo sobre lo que se puede hacer con un ejemplar comercial de esta especie tan emblemática y conocida por todos. Seguro que a la mayoría de vosotros se os presentará la oportunidad de conseguir alguno. Es agradecido, ¡no la dejéis escapar!.

    Os espero en la siguiente expedición, permaneced atentos cuando toque la campana, será hora de zarpar hacia nuevos horizontes.

    Juan Liñares

Prunus incisa

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INTRODUCCIÓN

    Para los aficionados al bonsái es bien conocida la maravillosa especie japonesa Prunus mume, sin duda el albaricoquéro más utilizado para bonsái en todo el planeta. Sin embargo en el País del Sol Naciente tienen otra especie del mismo género que también puede ser interesante para nuestra afición. Se trata del Prunus incisa, un cerezo muchísimo menos conocido que su pariente próximo pero que también puede deparar grandes satisfacciónes para los amantes de los árboles de flor y fruto. En Japón recibe el nombre de Koju-no-mai y su nombre en inglés es de lo más evocador: Fuji cherry. Su temprana floración, característica compartida con el resto de especies pertenecientes al género Prunus, su diminuto fruto del tamaño de una baya y que pasa por diferentes estadios de coloración hasta terminar siendo casi negro cuando está totalmente maduro y, sobre todo, la caracteristica brotación jóven en zigzag, otorgan a esta especie una singularidad fuera de toda duda.

    La historia de la planta de la que os voy a hablar hoy ha comenzado hace ya bastantes años, en un centro de jardinería, donde me tropecé por primera vez con esta especia a la que no conocía. Enseguida captó mi atención y no dudé en adquirir un joven ejemplar. Era tan pequeño que decidí plantarlo directamente en el suelo para que engordase durante unos años. Y en eso ha estado el arbolín desde entonces, haciéndose mayor. Todos los años lo podaba para ir sustituyendo la continuación del ápice y así lograr que fuese adquiriendo cierto movimiento. Iluso de mí creía que la forma de la joven brotación se iba a mantener cuando engordase, pero nada más lejos de la realidad. La característica forma de estos brotes, en zigzag como ya comenté antes, se pierde al ir adquiriendo grosor.

    Y con el preliminar que os acabo de relatar hemos llegado a este año, en el que decidí levantarlo del lugar en el que se había estado desarrollando duante la última media docena de años y pasarlo a un tiesto de bonsái. Os lo muestro antes de ser extraído del suelo.






CAMBIO DE DOMICILIO

    Después de los años que llevaba creciendo libremente en el suelo, al menos a nivel de raíz, me llevó mucho menos tiempo del que esperaba extraerlo del lugar que ocupaba. con la ayuda de una laya fui cavando alrededor del tronco, dejando una distancia prudencial al mismo. Al final el árbol, apoyado contra una pared, lucía este aspecto.


   Más cerca:


    Una vista más detallada de la zona radicular:


    En ese mismo lugar procedí a eliminar todo resto de tierra de campo con chorro de agua. Al final, cuando ya las raíces estaban los suficientemente limpias, el cepellón lucía este aspecto.


    Y después de podar un poco más...


    Aquí todavía queda un tocón, originado al eliminar, hace dos o tres años, un tronco hermano.


    De momento se deja así, no será batalla para esta guerra. Más adelante, cuando la planta esté recuperada del trasplante ya se arreglará.

    La verdad es que no tenía ninguna maceta preparada para este Prunus en concreto, de todos modos siempre tengo stock de tiestos en casa y decidí ponerlo en este de Yixing, que ahora os enseño.


    Se procede como de costumbre, colocando las rejillas de drenaje y pasando unos alambres por los agujeros de drenaje, que nos servirán para anclar el árbol.


    Un poco de akadama gruesa servirá como capa de drenaje...


    Y al final ya tenemos el árbol plantado. La mezcla de cultivo ha sido akadama y pomice a partes iguales.



"LOOCK" FINAL

    Después de hacer la anterior fotografía decidí podar más fuerte el árbol, no quería que la demanda de tanta ramificación fuese superior al abastecimiento que podían aportar las raíces.

    Al cabo de unos cuantos días el árbol comenzó a florecer. Como todos los Prunus echó las flores antes que las hojas. La verdad es que son bastante bonitas y cuando el ejemplar está denso de ramicación las flores lo tapan completamente. Os muestro un detalle de las flores para que sepáis como son...los que no las conozcais, claro.


    Para finalizar os muestro al árbol desde diferentes ángulos.





    Y ahora es cuando muchos de vosotros os diréis: "el capitán se ha vuelto loco, ¿para que habrá dejado esas ramas tan largas, saliendo del mismo punto y sin conicidad ni movimiento?". La respuesta es clara: prentendo hacer acodos en cada una de ellas, de ese modo lo reproduciré unas cuantas veces para lograr algunos ejemplares pequeños de tamaño, pero con algo de gracia y camino andado. Pero eso será el principio de otra historia que ahora no viene al caso. Los acodos no se harán hasta que el árbol esté de nuevo fuerte y eso, eso tal vez no ocurra hasta la siguiente primavera.

    Fin del viaje, por hoy hemos terminado. La escalinata esta dispuesta para que la tripulación se arribe a puerto. Recordad que os espero en la siguiente marea. ¡ No faltéis, paso lista !

    Juan Liñares

Maderitas

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INTRODUCCIÓN

    La historia que os traigo hoy tiene como protagonista a un Majuelo que puese a la venta en un conocido portal de bonsái. La verdad es que hubo algunas personas que se interesaron por él, pero al final no se concretó la venta.

    El ejemplar tiene una buena parte del tronco muerto y con detalles que, a todas luces, parecen interesantes. Mucha de esta zona seca todavía está "sucia", recubierta por corteza que se mantiene adherida a ella. En el momento de ofrecerlo no me pareció adecuado adecentar esa zona, pero la exposición pública es lo que tiene: algún aficionado argumentaba que el ejemplar le gustaba, pero que no sabría que hacer con esa madera sin limpiar. Y en eso trata el trabajo de hoy, en mostraros el proceso que se ha seguido y el resultado final.

    El aspecto que presentaba en el momento de ofrecerlo es el que se puede ver a continuación. Ya había brotado.




ENTRÓ CON FUERZA LA PRIMAVERA

    El Crataegus parece gozar de mucho vigor y buena prueba de ello es el gran crecimiento que ha experimentado en apenas un par de semanas. Ayudado por un buen programa de abonado el árbol muestra ahora este saludable aspecto.


    En Galicia llevábamos desde el otoño con lluvias contínuas. Estos días parece que nos ha dado un respiro el mal tiempo y comienza a lucir el Sol aunque, según las previsiones meteorológicas, por poco tiempo. Esto viene a cuento porque quería haceros notar la diferente tonalidad que presenta el árbol, la corteza y la madera muerta sobre todo, según esté el tiempo húmedo o seco. Volved a mirar las fotos anteriores para daros cuenta.

    Como os dije, una de las cosas que primero habría que hacer era eliminar las viejas cortezas adheridas a la madera muerta, mirad por ejemplo este jin.


    Esta zona, a medio camino del tronco, también está muerta, será también objeto de la intervención de hoy.


    Buena parte de la base del árbol también tiene madera muerta. En concreto, en la imágen que os muestro a continuación, la gruesa raíz que aparece en ella está llena de raicillas por la parte inferior, pero por arriba está seca. También habrá que aactuar a este nivel.


    Otro bonito jin que habrá que resaltar con la limpieza.


    Visto desde el lado contrario el árbol resalta más su exhuberante vegetación.


    En la zona viva también aparecen detalles intereante, como esta hoquedad en forma de hoyuelo.


   Otros detalles que también han de ser saneados:



EL TURNO DEL SANEADO

    Soy de la opinión de que cuando la madera que queremos resaltar es natural y de calidad lo mejor es no "estropearla" con herramientas eléctricas, que suelen dejar acabados un tanto artificiales, sobre todo porque suelen quedar rastros de la acción de las fresas. Bien es cierto, no obstante, que no en todos los casos basta con una intervención manual, a veces no queda más remedio que echar mano de las máquinas, sobre todo cuando hay importantes zonas a desvastar.

    En este caso, toda la madera que tiene este Crataegus tiene interés, así que trabajaré a mano. Para la eliminación de la corteza me he decantado exclusivamente por la utilización de una cuchilla especial, que he adquirido ya hace unos cuantos años y con la que me doy muy bien. Aquí estoy comenzando a retirar la corteza del tronco. 


    Las zonas que se van descubriendo tienen una tonalidad diferente a las que ya estaban expuesta a la intemperie.




    Todavía quedaban muñones sin tratar, restos de la poda de alguna rama.


   En este caso, simplemente se rompe con un alicate.


    Mientras la zona del tronco que había comenzado a pelar, va quedando al descubierto.


    También la zona alta dejaba al descubierto los tesoros que escondía debajo de la corteza.


    Otras zonas ya medio peladas por los elementos también destacan en este ejemplar.


    A ras de suelo la zona de retirada llega hasta por debajo del nivel del sustrato. Es necesario retirar parte de éste para continuar con el trabajo. El final del mismo siempre termina al encontrar vena viva.


    Y poco a poco el trabajo va llegando a su fín.





    Detalle de la base una vez pelada.


    Y el árbol de cuerpo entero.


    Algunos detalles antes de continuar.





    Hasta aquí el "rasurado a cuchilla", ahora había que darle una buena ducha para arrastrar los restos que han podido quedar adheridos.


    Y comienza una nueva fase, para la que vamos a necesitar un cepillo...


...que no falten una gafas de protección, en este caso un tanto "fashion"...


...y una pistola de agua a presión por impulsos.


    Nos colocamos las gafas y comenzamos a proyectar agua sobre la zona tratada para terminar de desincrustar los últimos restos.



    Tras esta última operación vuelvo a darle otra ducha al árbol. Siempre quedan minúsculos trocitos de madera y corteza que han sido proyectados incluso contra el follaje.


    Luego de dejar secar un rato, justo hasta que la madera esté húmeda pero no empapada, se le aplica el líquido de jin. Al tratarse de un árbol caduco yo suelo utilizar una disolución al 25%, no me gusta que quede tan blanco como una Conífera. El mismo día de la aplicación el tramo tratado preenta aún un velo blanquecino que no ha de durar mucho tiempo.


    Como véis, incluso así se aprecian los distintos matices qu presenta la madera, algo que a mi particularmente me gusta. No quiero en estas especies un blanco homogéneo que mate todos esos detalles.

AL DÍA SIGUIENTE

    Al trasncurrir un día entero, luego de asegurarme de que todo el polisulfuro ha secado, riego por primera vez la planta después del trabajo. Utilizo manguera e incido especialmente en la zona de madera. Después de esto la vuelvo a dejar secar. Es entonces cuando se aprecian plenamente todos los detalles.












    Y finalizo mostrándoos el ejemplar nuevamente al completo. Creo que el cambio ha sido impostante y que ahora sí que destaca esa zona de madera muerta, el principal atractivo de este Majuelo.


    Bueno, espero que os haya gustado la entrada de hoy sobre un trabajo tan específico, pero creo que podría ser interesante.

    Volveré a poner a la venta el ejemplar, espero que la madera no sea nuevamente un "handicap" en contra. De todos modos ahora que ya está limpito, si no consigo venderlo, ya no me importaría tanto quedarme con él, terminaría formándolo yo mismo.

    Os espero de nuevo cuando este viejo casacarón vuelva a surcar los mares del bonsái. ¡ No faltéis !

    Juan Liñares

El descarte de Leo

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INTRODUCCIÓN

    En pleno proceso de reducción de su número de árboles, mi compañero Leo decidió desprenderse del árbol que protagoniza la entrada de hoy. Se trata de un Madroño que había recolectado hace ya unos cuantos años, no sé exactamente cuantos, pero de 5 ó 6 no debe de bajar. En alguna ocasión le había visitado en su casa y, viendo que tenía al árbol sin trabajar todavía, le tiré los tejos para intentar que me lo vendiese. Sin embargo no fué hasta este pasado mes de marzo cuando pasó a engrosar mi colección.

    No hace mucho tiempo el ejemplar tenía unos tiros de más de un metro de altura pero, con el fin de hacerlo más manejable, se los habían recortado bastante. El aspecto que presentaba la planta cuando llegó a mi poder os lo muestro a continuación.


Parte trasera

Lateral izquierdo

Aproximación al futuro frente del árbol
    Como se puede apreciar por la referencia de la lata de refresco, se trata de un árbol de buen tamaño, que la verdad es de los que se agradece la presencia de un compañero para poder manipularlo. Afortunadamente siempre aparece algún amigo por el jardín dispuesto a echarme una mano con este tipo de plantas. Cuando no cuento con la ayuda de otros aficionados abuso un poco de los más cercanos, en este caso de mi hijo Xoel, que ya tiene cuerpo para sacarme de más de un apuro.

    Lo que siempre me ha llamado la atención de este Madroño es su madera muerta, que presenta unas texturas increíbles y que trataré de conservar tal cual, sin meterle máquinas para nada. A lo sumo habrá que hacer algún retoque manual, pero pequeño y de modo que no desentone con el resto del árbol. Siempre consideré como un pequeño sacrilegio tratar de enmendar, corregir o mejorar una textura que la Naturaleza se ha encargado de esculpir durante decenios, ¡ni hartos de vino vamos a estar a su altura!, por lo tanto siempre hay que tener muy presente la vía conservadora. Os muestro algunos fotogramas de esa calidad en la madera muerta a la que me he venido refiriendo.





LA LIMPIEZA Y TRATAMIENTO DE LA MADERA

    Últimamente estoy utilizando bastante la máquina de lavado a presión para la primera limpieza de ciertos árboles. La verdad es que nos ahorra un montón de trabajo y, sabiéndola utilizar, no representa ningún peligro para las plantas. En primer lugar hay que tener la precaución de abrir el chorro en forma de abanico, para que no ejerza una presión excesiva en un punto muy concreto. También es importante mover la boquilla cuando se está trabajando, no conviene quedarse parado sobre un punto determinado, sobre todo si se trata de la vena viva. Con este sistema no sólo se levanta la capa de suciedad que presenta el árbol, sinó que se arrancan restos adheridos de cortezas muertas y trozos de madera podridos que sobran y que ya no podríamos restaurar. También, en casos como el del Madroño o las Sabinas, levanta las capas de corteza superpuestas que acolchan la vena viva. De este modo dejan al descubierto ese color tan llamativo de las mismas.

    Una vez pasada la máquina el aspecto de la madera es el siguiente:





El ojo del dragón
Uno de los jines apicales
    Como véis el resultado es francamente bueno y representa muy poco esfuerzo para lograrlo. Una limpieza con arena es mucho más engorrosa y manualmente nos tiraríamos muchas horas para llegar a tener el mismo resultado...o peor.

    De todos modos, y con el afán perfeccionista que siempre trato de poner en mis obras, termino de perfeccionar el acabado con instrumentos manuales. En este caso se utilizó instrumental de dentista, que va muy bien para penetrar en pequeños recovecos que se muestran inaccesibles de otro modo. Tambien sirven para desprender pequeños trozos de corteza vieja que dejó el chorro de agua. En este caso son las manos de Carlos las que aparecen en las fotos siguientes, un buen compañero y aficionado entusiasta que me vino a ayudar ese día.



    Una vez finiquitada la limpieza es hora de aplicar, por primera vez, una capa de líquido de jin. En esta especie hay dos tendencias, divergentes en cuanto a concepción, pero seguro que perfectamente válidas cualquiera de las dos. Por un lado hay los que opinan que se debe de tratar con el polisuro diluido o tintado para hacerlo más natural, incluso hay quien lo sustituye por aceite de oliva. Al mismo tiempo tampoco se desprenderían las capas de corteza de la vena viva. La otra vía es justamente la contraria y la que yo he venido siguiendo hasta ahora. Quizás no sea tan natural, pero ciertamente su impacto visual es mucho mayor; consiste en blanquear la madera muerta con el polisulfuro puro y limpiar tambien la vena viva. El resultado es muy similar al que se consigue en Sabinas o Tejos, con una vena viva anaranjada que contrasta vivamente con la madera blanqueada. La siguiente fotografía muestra al ejemplar una vez terminada la aplicación del líquido de jin. Como se podrá apreciar todavía se ven zonas amarillentas en la madera, señal de que todavía no se ha secado.



    A este jin le he reducido un poco la longitud. Como ya he comentado antes, no he utilizado nada de máquinas, tan sólo tenazas y un alicate. El aspecto es bastante aproximado al natural.



    Como lo he roto después de aplicado el líquido de jin, luego ha habido que volverle a dar otra capa en esa zona. La aplicación del mismo también ha sido obra de Carlos.

EL PRIMER MODELADO

    Una vez limpia la madera había que comenzar a darle un primer modelado al árbol. Como suele ser habitual en estos casos, el trabajo debe comenzar por la correcta elección de lo que será el futuro frente. De otro modo no es correcto trabajar, ya que dejaríamos las ramas colocadas en posiciones y ángulos inadecuados. En este caso había dos elementos que me interesaba mostrar, uno de ellos es la madera de la que ya hemos hablado.


    El otro elemento que quería que se viese desde el frente es el inusual arranque de la vena viva, que parte desde el suelo en forma de tres venas que luego se unen más arriba. Me pareció un detalle sumamente interesante y diferenciador de este ejemplar, por eso quería mostrarlo.


    Naturalmente para que ambas características se puediesen contemplar desde el frente sin dificultad, hubo que girar un poco la planta. Si a eso le añadimos un pequeño cambio en el ángulo de plantado, conseguiría que el árbol redujese la zona del "puente", que muestra la parte baja de la madera muerta. Esa zona en el futuro será rellenada, aunque estoy valorando si hacerlo con más madera o con una piedra. Salvo honrrosas excepciones no me gustan los árboles que dejan ver la luz a través del nebari. Al cambiar el ángulo de plantado se consigue que la parte derecha de la madera llegue a contactar con el sustrato, lo que disminuiría este defecto, aunque no lo eliminaría totalmente. Una idea de lo que comento se observa en la siguiente instantanea.


     Como habéis podido ver en las fotos anteriores, las ramas que ahora mismo posee la planta no son las mejores para lograr un efecto bonito. Por ello he tenido que prescindir de unas cuantas y colocar algo las restantes. El trabajo de modelado, en este caso, no es nada lucido y será el tiempo el que lo vaya dirigiendo, madurando, definiendo y dictando por donde se ha de desarrollar. De todos modos sí esboza por donde pretendo que vayan los tiros.



    Para finalizar lo hago dejándoos algunas fotos más de la madera muerta, lo primero que me llamó la atención de este madroño. Las venas vivas las descubrí durante la limpieza.







    Y hasta aquí ha dado el viaje de hoy, un viaje en el que os quise mostrar una madera muerta que me enamoró y que espero que sea el comienzo de un bonito y duradero recorrido en este mundo nuestro del bonsái.

    La siguiente entrega ya se está cocinando, no faltéis, ¡el capitán siempre pasa lista!. ¡Salud y ron marineros!

    Juan Liñares

El tarugo

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INTRODUCCIÓN

Año del Señor de 2.008, febrero, en un perdido rincón del noroeste.

    Fue subiendo aquella empinada pendiente hasta el coche cuando me comencé a arrepentir de lo que acababa de hacer. Aquel viejo tarugo que había recogido junto al río, provocaba que mis pies se hundiesen en el terreno a pesar de estar totalmente seco. Sus más de cuarenta kilos de peso hacían mella en mi espalda, en mis piernas y hasta en mi ánimo. Es de esas cosas que te pesa haber hecho pero que, una vez iniciadas, necesitas finalizar porque de lo contrario el trabajo realizado hasta entonces no tendría recompensa.

    Conseguir desarraigar aquel gigante me había llevado toda la jornada. Tanto fue así que después de cinco horas de duro trabajo mañanero, me fuí para casa a almorzar. Tenía en mente volver por la tarde para finalizar lo que había dejado a medias, cosa que hice, obviamente. Tras el reinicio, no me demoró demasiado tiempo contemplar al gigante rendido a mis pies.

    Una vez estuvo en el maletero había que volver a recuperar las herramientas. ¡ Por Dios Santo que estuve en un tris de dejarlas abandonadas a sus suerte ! Tal era el grado de agotamiento que casi prefería adquirir otras que bajar de nuevo a por aquellas. Pudo la razón, me lo tomé con más tranquilidad y en media hora ya estaba de nuevo junto al coche con ellas.

    Llegados a este punto, aquel que piense que se terminó ahí la odisea comete un error de cálculo importante. Ya en casa me dí cuenta de que ninguna de las macetas que tenía me serviría, así que había que improvisar. Tampoco tenía madera para construir un cajón a medida. Comenzó entonces un periplo que me llevó por distintos viveros hasta conseguir un tiesto que diese cavida a todo el cepellón. No fue fácil, sobre todo si se piensa que el diámetro de la base tenía 60 centímetros. Naturalmente la parte que iba a quedar enterrada todavía necesitaba una mayor dimensión. Como consecuencia me vine para casa con un macetón de barro de un metro de diámetro. Sólamente el peso de la cerámica ya no era para cualquiera.

    Al fin el "tarugo" estaba plantado, ahora ya sólo era cuestión de rezarle unos cuantos Padrenuestros.



...Y EL TIEMPO FUE PASANDO

    Afortunadamente el Aliso respondió bien, brotando con fuerza en primavera. En la estación estival le puse un plato debajo para que siempre tuviese un remanente de agua a su disposición. Al llegar septiembre el ejemplar mostraba el aspecto que se observa en la fotografía que sigue.


    En el 2.009 reduje la longitud de los brotes, era enero y también aproveché para trasplantarlo a una maceta de bonsái de tamaño bañera. Al final el árbol se mostraba así.



    Salvo recortar el exceso de brotación cada año y alambrar el resto en una ocasión, no se le hicieron más operaciones destacables hasta diciembre de 2.011. Como se puede apreciar en la foto que sigue el Aliso había proliferado mucho y ya tenía una ramificación importante, aunque no había sido trabajada.



   Volví a reducir la longitud de las ramas, dejándolas tal y como se aprecia en la siguiente fotografía.


    En ese momento decidí intervenir un poco más en profundidad de lo que lo había hecho hasta entonces. Había zonas de corteza muerta, que todavía permanecían adheridas al tronco...


...y que era necesario eliminar. Así que, con la ayuda de una cuchilla, se fue retirando:


    Hacía tiempo que me venía rondando por la cabeza reducir parte del "tarugo". El árbol había brotado bien, pero lo había hecho por un lugar que dejaba un tocón inservible por encima de la zona verde.


    Era neceario reducir esa zona. Además planeaba hacerlo en bisel, de tal modo que el propio corte me permitiese aumentar la conicidad del tronco. Así que terminé por cortar dos rodajas de madera.


    Con este tipo de corte la disminución del tronco ya era algo más gradual...


    Con la misma herramienta que hice el recorte, realicé también unas incisiones en vertical, que me iban a permitir desdibujar el antiestético aspecto plano que presentaba el tronco en su zona superior.


    Una parte de la madera muerta estaba francamnte deteriorada. Si a eso añadimos que me convenía reducir el diámetro del tronco, se comprenderá que no dudase en eliminar una buena porción del mismo.



   Naturalmente para este tipo de trabajos necesitamos ¡ herramientas de precisión... !


    Comenzamos a separar el trozo descartado...


...hasta conseguir que se desprenda completamente.


    Aquí también la zona de corte habrá de ser trabajada para disimular la intervención. Se aprovechó la motosierra para hacerlo, afinando despues con otras herramientas, tanto manuales como eléctricas.


    Además de darle un recorte general a la ramificación también se aprovechó para eliminar completamente alguna rama antiestética.



ACTUALIZACIÓN

    El tiempo ha vuelto a pasar y llegamos a marzo de este año 2.013. Este ejemplar siempre responde bien, brotando con fuerza en la estación vegetativa. Buena prueba de las anteriores palabras es la siguiente imágen que os muestro.


    La madera muerta nunca había sido tratada, así que, si quería mantenerla en el tiempo, habría que comenzar a prestarle algo más de atención. Lo primero era limpiarla adecuadamente, no podemos aplicar productos sobre una base sucia. La limpieza ha de se enérgica para arrancar no sólo la suciedad, sinó también aquellas zonas podridas que aún alberga la madera. Para ello volvemos a recurrir a la maquinaria de precisón, el Aliso ya comenzaba a temblar con lo que se le venía encima.


    Este era el aspecto antes de la limpieza con la hidrolimpiadora:


    Y este otro tras terminar el trabajo.




   Tenía pensado trabajar la copa este año, antes de que brotara. Sin embargo la vorágine de los trasplantes ha hecho que se tuviese que posponer. Este pasado fin de semana, ya totalmente brotado, el ejemplar lucía una copa verde, desordenada y amplia.



    Como se puede observar la vegetación ya estaba totalmente desarrollada...o casi.


    Sin lugar a dudas la cosa que más me gusta de esta afición es tener la oportunidad de compartirla con amigos. Afortunadamente para mí, dos de ellos, Carlos y Santi, se prestaron voluntarios para venirme a echar una mano al saber que le iba a "meter mano" al "tarugo", y es que ¡había trabajo para todos!

    Lo primero fue eliminar algunas hierbas que crecían sobre la superficie del sustrato.


    A continuación se comenzó a defoliar todo el árbol.


    Mis dos ayudantes en plena faena.


    Y aquí los tres mosqueteros.


    A estas alturas de la película ya os habréis dado cuenta de que el árbol se ha trabajado "in situ", no era necesario andar cargando con semejante "bacalao" sin necesidad.

    Al final tan sólo se han dejado algunas pequeñas hojitas, el resto se ha eliminado todo. Es importante ser meticuloso con el trabajo, aquí Santi y Carlos retiraban algunas hojas que habían caído sobre el sustrato.


    Carlos continúa retirando hojas mientras Santi elimina pequeños muñones de años anteriores.


    A la madera, como suelo hacer al tratarse de un caduco, le hemos dado una capa de líquido de jin rebajada a la cuarta parte.


    Estuvimos alambrando hasta que cayó la noche. Al final ni con luz artificial conseguíamos ver lo suficiente como para terminar el trabajo, así que hemos tenido que dejarlo. Poco faltaba para completar esta fase, así que con la luz de un nuevo día me tocaba a mí sólo finiquitar la labor. Cuando hube terminado tiré algunas fotos para que pudiéseis ver la pinta de erizo que presentaba el ejemplar.



    Al fin era hora de dedicarse a la parte más artística del trabajo: el modelado. Así que con paciencia y un banco para no cansarme me puese manos a la obra.




EL FINAL

    Creía que sería cuestión de poco tiempo colocar toda la ramificación, pero al final me llevó más de dos horas. Confieso que soy bastante quisquilloso con estos temas, así que a otra persona tal vez le llevase bastante menos.

    En esta ocasión las fotos no permiten una apreciación tan nítida como en otras entradas, el fondo distrae la atención y os pido disculpas por ello. Si entre tres no movimos el árbol no iba a hacerlo ahora yo sólo. Al final es aspecto de este Aliso es el que os paso a mostrar en la siguiente serie.

Frente del árbol
Frente, de nuevo y más cerca
Lado derecho
Parte trasera
Lado izquierdo
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    No suelo hacerlo, pero en este caso no he podido reprimirme a echar mano del automático de la cámara de fotos. Esta opción me ha proporcionado la posibilidad de posar junto a la obra, orgulloso de lo conseguido hasta ahora. Espero me perdonéis el atrevimiento, lo más importante siempre son los árboles.


    Pues hasta aquí ha dado la entrada de hoy, espero que os haya gustado este viaje por la vida del "tarugo". Soplan vientos lejanos que traerán, sin duda, nuevas etapas en nuestra formación como aficionados. Esperando que la marea haya sido de vuestro agrado recibid un fuerte abrazo marinero.

    Juan Liñares

Lo que el viento se llevó

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    La verdad es que estos días no he estado haciendo mucha cosa con los árboles, por lo que no os puedo enseñar demasiado. La entrada de hoy no va a ser tan extensa como de costumbre, pero tenía algunas fotos de un imprevisto que me ha ocurrido y he decidido compartirlo con vosotros.

    El caso es que hace tres semanas hubo por esta zona un temporal de viento que ha causado un pequeño trastorno en uno de mis árboles. Antes de continuar tengo que decir que tengo todos los ejemplares, que están en maceta de bonsái, amarrados con alambre a los bancos de cultivo. Sin embargo esto pareció no ser suficiente en el caso que nos ocupa.

    Fue mi madre la que me dió la voz de alarma, advirtiéndome por teléfono de que a uno de mis arbolitos lo había tirado el viento. Cuando le pregunté cual era no daba crédito:

    - ¡Pero si a ese lo tenía amarrado con alambre! ¿Estás segura de que es ese árbol y no otro?

    - Sí Juan, es ese ábol, la fuerza del viento reventó el alambre y tiró el árbol al suelo.

    Dado que hasta el día siguiente no podía ir a comprobar los desperfectos, lo que siguió a  este diálogo fue una serie de instrucciones encaminadas a salvar la planta.

    - Mamá - le dije - no le toques al árbol, déjalo tal cual en el mismo lugar en el que cayó. Cojes la manguera y le mojas bien todas las raíces, a continuación le echas una toalla vieja por encima y luego lo vuelves a regar hasta que esta última esté completamente empapada. Mañana ya iré yo a ver lo que se puede hacer.

    Como comprendereis lo de remojar las raíces era para evitar su deshidratación, lo de echarle una toalla por encima para evitar que se volviesen a secar en un plazo breve de tiempo y el de empaparla bien cumplía un doble objetivo: ayudar a mantener la humedad durante un periodo de tiempo más largo y dotar de peso a la toalla para evitar que se la llevase el viento.

    Por cierto, que al árbol en cuestión, ya lo conocéis: se trata del Prunus incisa del que ya os he hablado en una anterior entrada.

    Al día siguiente el panorama que me encontré fue este:



    Y al levantar la toalla lo que había debajo era esto:


    El cepellón todavía estaba agarrado a los restos de la vieja maceta por los alambres de anclaje, así que, con mucha precaución, lo liberé:


    No siempre coincide bien, pero en esta ocasión se dió la circunstancia de que disponía de una maceta que, por dimensiones y forma, también le iba bien a la planta. Afortunadamente, un problema menos.


    Como es lógigo, dispuse nuevos alambres para volver a asegurar bien al Prunus una vez estuviese plantado de nuevo.


    El sustrato que tenía el árbol era nuevecito, de este mismo año, así que no era cuestión de desperdiciarlo, se aprovechó en la medida de lo posible.


    Primero se echó una buena cantidad en el fondo de la maceta...


...y luego se colocó y amarró el ejemplar.


    Luego se fue rellenando con algo más de sustrato, a la vez que se palillaba. Al estar la tierra húmeda es mucho más complicado llevar a cabo este trabajo, por lo que suelo recurrir a la ayuda del chorro de agua para introducirla bien en todos los huecos. Poco a poco se fue rellenando. Como la anterior maceta era un poco más profunda que esta, hubo que diponer el sustrato un tanto elevado en el centro, tal como se aprecia en las últimas fotos.



    Al no tener pensado hacer una nueva entrada a partir de este trabajo, no dispongo de más fotografías, pero para que os hagáis una idea aún se rellenó un poco más la maceta y, por supuesto, he vuelto a amarrar el árbol al banco de cultivo. En esta ocasión he utilizado dos alambre de sujección en lugar de uno, espero que Eolo no nos depare más imprevistos.

    Como ya comenté al principio, han pasado tres semanas desde la caída del árbo y, hasta la fecha de hoy, no se ha reentido lo más mínimo. Me da la impresión de que ni se ha enterado, claro que ha habido que reaccionar a tiempo y tomar las medidas de precaución oportunas. Quizás sea esta la moraleja de la historia que hoy he traído hasta vuestras pantallas, espero que haya resultado de utilidad para alguien.

    Os espero en la siguiente aventura, no faltéis.

    Juan Liñares

Shakan: el estilo inclinado

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INTRODUCCIÓN
    Un debate mantenido ayer en un conocido foro de bonsái me ha hecho darme cuenta de que mi blog carecía de una parte muy importante: la teórica. La conversación versaba, concretamente, sobre uno de los estilos utilizados en bonsái: el estilo inclinado o shakan.  
    Con el firme convencimiento de que debería hacer algo para solucionarlo, recordé que hacía tiempo había redactado algunos artículos que versaban sobre algunos de los estilos más útilizados en bonsái. Lo había hecho para colgarlos en otro foro de bonsái. Ahora los retomo y los iré colgando de vez en cuando, intercalados con los trabajos sobre los árboles.
    Como no podía ser de otro modo y con la disculpa del debate antes mencionado, comenzaré con este estilo: el shakan.
   
Estilo SHAKAN (Inclinado)

    Se trata este de un estilo dinámico e inestable que, por alguna razón, no es demasiado popular entre los aficionados. Realmente es un estilo relativamente simple y al que podría adaptarse un buen número de árboles. Es muy posible que sea precisamente esa sensación de inestabilidad, de potencial e inminente caída, la que nos produzca un cierto grado de rechazo hacia él.
    Los bonsáis que se modelan utilizando este estilo como patrón, tratan de reproducir a aquellos árboles que en la Naturaleza, les ha tocado vivir en unas condiciones difíciles, unas condiciones que le han obligado a inclinarse para poder adaptarse a ese medio hostil. Al observar los paisajes de alta montaña en los que existe una clara dominancia direccional de los vientos reinantes, solemos encontrarnos con árboles inclinados en esa misma dirección. Otros lugares en los que se pueden ver este tipo de formas es en determinadas zonas de acantilados, en las que los árboles, que sobre las rocas hunden sus raíces, se ven obligados a inclinarse en busca de la luz evitando, de este modo, el rozamiento de sus copas con las masas rocosas situadas por encima de ellos. Existe, finalmente, otra circunstancia en la que se pueden llegar a inclinar los árboles en la Naturaleza, esta circunstancia es aquella en la que se producen corrimientos del terreno (suelos inestables) que provocan una inclinación mecánica del árbol. Esta inclinación puede provocar, en muchos casos, la muerte del vegetal pero, en otros, éste sobrevive, no sin adaptarse a su nuevo modo de vida.
    Algunas de las características importantes a tener en cuenta a la hora de formar un bonsái en este estilo son las siguientes:
    1ª) Para que un árbol sea considerado dentro de este estilo, no basta con que sea inclinado sino que, al trazar una recta desde el ápice y perpendicularmente a la horizontal , ésta debe de caer lejos de la base de raíces. Es necesario hacer constar esta salvedad pues en muchos casos, a pesar de existir un tronco con un cierto grado de inclinación, este requisito no se cumple, no pudiendo, en dichos casos, ser englobado el bonsái en esta categoría.

    2ª) Como en otros estilos "no verticales" la disposición del nebari juega un importante papel en la "credibilidad" del trabajo. Las raíces situadas en la parte interna de la inclinación han de ser más cortas pues en la Naturaleza estas raíces están sometidas a fuertes tensiones y compresiones que limitan su desarrollo. Por la contra las que están situadas en el lado externo de la inclinación han de ser fuertes y más largas, ya que serían las encargadas de sujetar el árbol al suelo y mantenerlo anclado, impidiendo que se produzca su caída. Este hecho juega un papel muy importante a la hora de equilibrar visualmente el conjunto. En caso de carecer de un nebari que reúna las características adecuadas, se suele recurrir a un pequeño truco consistente en amontonar algo de tierra en el lado opuesto a la inclinación, y que tendrá como finalidad contrarrestar el excesivo peso visual que pueda tener la copa.

    3ª) Las ramas que crecen hacia el lado contrario a la inclinación suelen descender hacia la horizontal, mientras que las que lo hacen hacia el mismo lado serán, además de horizontales, más cortas.


   4ª) La forma de los troncos de los bonsáis entrenados en estilo inclinado puede ser de lo más diversa, desde troncos casi completamente rectos a otros que muestren diversas curvas.


    5ª) La plantación de estos árboles en el tiesto ha de hacerse de tal modo que la base del tronco quede desplazada hacia el lado contrario a la inclinación consiguiendo, de esta manera, que la mayor parte del volumen del árbol caiga sobre la superficie de la propia maceta.



    6ª) Aunque ya se ha hablado de cómo dar estabilidad al árbol cuando se ha tocado el tema del nebari, ésta también se puede reforzar y mucho trabajando adecuadamente con las ramas. De este modo tenemos que, dependiendo de hacia dónde se dirija la primera rama del árbol y su importancia, podemos encontrarnos con los siguientes modelos:

        a) Árbol en el que la primera rama está orientada hacia el lado de la inclinación. Esto da una cierta inestabilidad al conjunto y suele usarse en determinadas Coníferas de troncos rectos. De todos modos este modelo denota que la inclinación del árbol se acaba de producir y que a la planta todavía no le ha dado tiempo de adaptarse a esta eventualidad.


        b) Otro grupo de árboles son aquellos que poseen su primera rama en la dirección contraria a la de caída. Este es uno de los modelados a los que más se recurre ya que se logra un reparto del peso visual que confiere al bonsái una sensación de mayor estabilidad. Por lo general esta primera rama es de mayores proporciones que las demás debido a diversas causas, entre las que tenemos: que aporta una mayor estabilidad y que recibe mayor cantidad de luz que las ramas situadas en el mismo lado de inclinación.


        c) Otro modelado muy efectista y bonito, aunque raro de ver, es aquel en el que la primera rama, a pesar de estar situada en el mismo lado de inclinación del tronco, dirige su ápice hacia la base del mismo, es decir, vuelve hacia el nacimiento del árbol, hacia el nebari.

        d) Aun existe un último modelo que es el de aquellos árboles en los que la primera rama es frontal. naturalmente sin apuntar a los ojos de quien la observa, y se extiende a ambos lados del tronco. Este es un estilo en desuso, puesto que la adopción de una rama frontal como primera rama parece no gozar de la aceptación por parte de los aficionados.
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    Hasta aquí la entrada de hoy, espero que os haya gustado y que le pueda ser útil a alguien. Las fotos, en esta ocasión, no son mías, por eso no van firmadas. Las he bajado de la red.

    Os espero en la siguiente aventura, no faltéis que el capitán tiene fama de ser bastante cascarrabias y no espera por ningún marinero.

    Juan Liñares

Derechito, derechito: Chokan, el más formal de los estilos erectos.

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INTRODUCCIÓN

    Este estilo se presenta ante nosotros con una dualidad un tanto contradictoria. Así por un lado, puede parecer el estilo más fácil ya que es el que más estrictamente regido está por una serie de normas de formación. Sin embargo esta primera impresión es engañosa, porque la vedadera dificultad del Chockan está en encontrar un material idóneo para llevarlo a cabo. Al ser un estilo en el que las proporciones están perfectamente definidas, cualquier desviación de las mismas se presentará como un defecto ante nuestros ojos. Es por ello, considerando este punto de vista, muy difícil de llevar a la perfección.

    Pensar en recuperar un árbol que se nos adapte a Ereto Formal es poco menos que una quimera, aunque casualidades siempre se pueden presentar. Aún dejando un hueco a la esperanza diríamos que esta no es la mejor forma para obtener un buen candidato. Por otro lado, recurrir a material de vivero para lograr nuestros propósitos tampoco va a ser un sistema que nos pueda aportar mucha "materia prima", aunque es evidente que si compramos ciertas plantas, como Coníferas jóvenes, por ejemplo, podemos encontrar alguna que se adapte. Esta dificultad para conseguir material adecuado es lo que ha llevado a que muchos cultivadores recurran al cutivo desde semilla o desde esqueje para tratar de llevarlo a cabo. Es un sistema lento, indudablemente, pero es el método que nos ofrece un perfecto control sobre la planta en todo su proceso de desarrollo.

    Los bonsái modelados en estilo Chokan vienen a represetar a aquellos árboles que crecen en un buen terreno, que han estado bien alimentados y que no sufren los embates de una Naturaleza hostil. Podríamos decir que representarían al árbol perfecto, sano, erguido, majestuoso,...

    No todas las especies son adecuadas para ser modeladas bajo las directrices de este estilo. Más bien todo lo contrario, sólo unas pocas Coníferas y Caducifolias podrían ser consideradas como candidatos idóneos.


    El estilo Erecto Formal podría ser visto como el más artificial de todos los existentes en el modelado de los bonsái. Como ya dijimos, es una idealización de un árbol perfecto pero, en la Naturaleza, el árbol perfecto no existe y no tanto por la forma y porte erguido del tronco, sinó más bien por la rígida distribución de ramas que este estilo requiere. En realidad el estilo Chokan es una idealización que un día tuvo una mente privilegiada y que nos ha sido transmitida de generación en generación. Cualquier nuevo árbol modelado en este estilo no deja de ser un pequeño homenaje a ese ser anónimo "inventor" del mismo. Es, mirándolo bien, el estilo menos creativo ya que cualquier desviación de las reglas básicas ocasionaría que el árbol dejase de ser encuadrado en el mismo. Cuando algún aficionado trata de crear un nuevo Erecto Formal no está aportando ninguna innovación al mundo del bonsái, lo único que hace es tratar de reproducir un patrón utilizando incluso para ello la regla y el cartabón. Cualquier desviación de las normas básicas encasillarían al árbol en cualquier otro estilo diferente.

REGLAS DEL ESTILO

    Pasemos pues, tras esta pequeña introducción, a ver cuales son los puntos esenciales en el modelado de este estilo:

    1º) El tronco ha de ser perfectamente recto, lineal, sin el más mínimo atisbo de curva. Ha de tener una conicidad lo más perfecta posible. De este modo constará de una base ancha, que dé sensación de poderío y, paulatinamente, se irá reduciendo su diámetro conforme nos acerquemos al ápice del árbol.


    2º) Una cuestión muy importante en este estilo es también la existencia de un nebari poderoso, radial, cuyas raíces irradien en todas direcciones hundiéndose muy suavemente en el sustrato. En este sentido la existencia de raíces que se hunden de manera repentina ha de ser evitado o corregido en la medida de lo posible. Por otro lado es deseable también que las ráices situdas hacia el frente del árbol sean ligeramente más cortas que las laterales y traseras con el fin de realzar la sensación de perspectiva.


    Respecto al grosor de las ráices superficiales, este ha de estar en sintónía con el calibre del tronco, no debiendo ser excesivamente gruesas ni finas. Otra cuestión a tener en cuenta es que no exista una escesiva diferencia entre el diámetro de las mismas. Es deseable por la contra que todas ellas tengan un grosor semejante, aunque no igual, ya que podría infundir una idea de repetitividad.

    Al igual que pasa con las ramas, evitaremos que las raíces frontales se dirijan directamente hacia el "ojo del observador".

    3º) Otra cuestión a la que se le da mucha importancia en bonsái, pero más en este estilo, es la calidad de la corteza. En el estilo Chokan ha de mostrarse vieja, que de sensanción de un árbol cnetenario y poderoso.


    4º) Sobre la altura ideal que ha de tener el bosnái, se acepta que ésta debe de ser 7 veces el diámetro del tronco.

    5º) La altura a la que deben aparecer las primeras ramas se sitúa entre 1/5 y 1/3 de la altura total del árbol. En este estilo, por el hecho presentar un tronco totalment recto, sin movimiento, se prefiere una primera rama más baja de lo normal y, desde luego, más baja que en otros etilos. El movimiento del tronco no es un elemento a destacar, de ahí que una colocación muy baja de las primeras ramas se lleve a cabo con el fin de que esto pueda pasar un tanto desapercibido o mitigado.

    6º) Las ramas, al igual que el tronco, han de tener una clara conicidad, siendo más gruesas cuanto más cerca estén del tronco y más finas conforme se alejan del mismo.

    7º) Es deseable que las ramas crezcan de manera horizontal, permitiéndose tan sólo en la zona del ápice que las ramitas crezcan ligeramente hacaia arriba.


    8º) La ramificación secundaria, terciaria, etc. debe disponerse de manera triangular y apuntando ligeramente hacia arriba, consiguiendo de este modo no dar la sensación de una rama plana, sin volumen. La anchura de las masas, en su parte más ancha, debería ser aproximadamente la mitad de su longitud.

    9º) Las ramas frontales no aparecerán hasta el último cuarto de la altura del árbol. Dado que debemos buscar troncos poderosos, con una buena conicidad y con corteza añosa, debe ser mostrada, nunca ocultada. Por ello no aparecen ramas frontales hasta la parte más alta del bonsái.


    10º) La primera rama se situará bien a la derecha o a la izquierda del árbol. Ha de ser la rama más poderosa, la más gruesa y larga. Aunque su situación es lateral debe tener una ligera inclinación hacia adelante.

    11º) La segunda rama lateral saldrá en el lado contrario a donde lo hace la primera. Como en el caso anterior también estará ligeramente desplazada hacia delante. Visto el árbol desde el frente ambas ramas deben recordarnos a una persona que se dirige hacia nosotros con los brazos extendidos y dispuesta d darnos un abrazo. Naturalmente la segunda rama lateral ha de ser de menor calibre y longitud que la primera.

    12º) Entre las dos ramas nombradas con anterioridad, habremos dejado también una rama trasera, que será la encargada de darle profundiad a la composición. De este modo las sucesivas ramas prodríamos decir que se van disponiendo en tríadas: derecha, trasera, izquierda, derecha, traser, etc. Así hasta llegar a la zona en la que comienzan a aparecer ramas frontales.

    13º) Absolutamente todas las ramas del árbol irán disminuyendo tanto en calibre como en longitud a medida que nos acercamos al ápice.

    14º) La distancia entre las ramas también irá siendo cada vez menor conforme nos aproximamos a la cima del árbol.

    15º) Visto desde arriba el conjunto ha de mostrar ramas dispuestas en todas la direcciones, evitando que unas se supoerongan sobre otras y evitando también espacios vacíos.

    16º) Los árboles modelados en este estilo suelen presentarse plantados en tiestos de lineas simples, sin esmaltar, de colores más bien oscuros y casi siempre de forma rectancugular. La profundiad del tiesto no deberá ser superior al diámetro del tronco en su base, siendo deseable incluso que sea un poco inferior, y su longitud será de aproximadamente 2/3 de la altura total del árbol. El árbol no se situará en el cetro de la maceta, sino algo desplazado del mismo ( aunos 2/3 de la longitud total de la misma).


    17º) Es frecuente que se recurra a la creación de algunos jines y sharis con el fin de reforzar la apariencia de vejez del árbol.

De visita en la "Fraga de Catasós"

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Relato de un día diferente

    El pasado 1 de Mayo coincidió que tuve que subir hasta el Ayuntamiento de Lalín, mi hija tenía entrenamiento de Kung Fu y disponía de dos horas muertas que no sabía muy bien en que invertir. Me acordé de que hacía tiempo que no visitaba la "Fraga de Catasós" así que, armado de cámara fotográfica, me acerqué hasta este singular rincón.

    Nada más entrar en este enclave natural un gran cartel da la bienvenida al visitante:


    Transcribo la leyenda por si no se ve o no se entiende el gallego, reza así:

    "La Fraga de Catasós es un enclave extraordinario y singular de nuestra flora autóctona, un monumento natural de primer orden, teniendo un importante valor educativo como representante de un ecosistema propio de nuestro territorio y base de nuestras señales culturales."


    Desde que el fitopatólogo norteamericano Filippo Gravatt visitó la "Fraga de Catasós" y propuso ante la FAO su protección, hasta que fue declarada en el año 2.000 Monumento Natural por la Xunta de Galicia, pasaron 46 años. Las 4.5 hetáreas de esta masa boscosa que alberga los castaños más altos de Europa son hoy en día patrimonio público, pero en tiempos fueron de la familia Quiroga de Catasós, residente en un pazo próximo, donde la insigne Emilia Pardo Bazán, casada con uno de sus descendientes, escribió parte de "Los pazos de Ulloa". De ahí que la Fraga tambíen sea conocida como "Carballeira de Quiroga".

    Castaños, robles y algún alcornoque conforman la masa arbórea de la Fraga. Hay un castaño de 200 años que mide 30 metros de alto y 5.5 metros de perímetro y que, en su conjunto, presentan la mayor tasa de crecimiento de toda Europa.



    La fraga es un laboratorio natural. Nada más entrar en ella un enorme tronco se cruza en el camino. Está colonizado por hongos, musgos y líquenes.


    También se puede observar una enorme laja de madera, procedente de uno de los castaños centenarios tirados por el viento. Tiene la altura de una persona adulta y, al lado, hay un panel que ayuda a valorar en su justa medida su edad, utilizando para ello referencias históricas de todo tipo.




    Una observación detenida permite descubrir toda clase de gusanos, caracoles e insectos, entre ellos el ciervo volante, un escarabajo muy apreciado en la Fraga debido a que está en peligro de extinción.


  Más difícil, aunque no imposible, es que nos encontremos con salamandras, ranas, culebras y pequeños mamíferos que tienen su refugio en los agujeros y cavidades de los troncos.



    Estamos, en todo caso, ante un frágil microambiente y ante un proceso de descomposición de madera que tiene un efecto directo en la formación del suelo.


    El recorrido por la Fraga es corto y ameno. Muy apto para un paseo en familia, despertará la curiosidad de los niños ante la singularidad de su ecosistema. Escuchar es un buen ejercicio. Trinos y silvidos se mezlan. Entre las aves destaca el pájaro carpintero, con su duro pico y su larga lengua con la que extrae de los troncos los insectos de los que se alimenta.

    La Fraga de Catasós es un ecosistema senescente, en el que debido a la elevada edad de los árboles (muchos de ellos superan los 200 años) se producen caídas de ramas e incluso de árboles enteros, que pueden ser peligrosas para los visistantes. Tanto es así que se recomienda no visitar el Monumento Natural en los días de temporal o cuando se aprecien fuertes vientos.


    La evolución natural de esta Fraga es que los árboles viejos van muriendo y, en su lugar, aparecen nuevas plantas que van sustituyendo a sus madres.


    La Fraga, gracias al manto forestal y a las condiciones climáticas de temperatura y humedad, permiten la presencia a lo largo de todo el año de setas. La diversidad fúngica de esta Fraga es de las más elevadas de Galicia. Los hongos no tienen clorofila y se alimentan de materia orgánica ya elaborada. Algunas especies viven sobre troncos muertos u otro tipo de materia nutritiva. Otros son parásitos de plantas o animales.


    Además de jugar un importante papel en la descomposición de la materia orgánica muerta, que trae como consecuencia la fertilización de los suelos, existen especies de hongos que se asocian con las raíces de las plantas, formándose las llamadas micorrizas. En esta simbiosis entre un hongo y las raíces de una planta ambos participantes obtienen beneficios. La planta recibe del hongo nutrientes minerales y agua y el hongo obtiene de la planta hidratos de carbono y vitaminas. Es de este modo como hongos y plantas viven de manera harmónica, prestándose una ayuda muy importante.

    Los bosques maduros ( de más de 100 años ), así como las maderas muertas tienen un gran interés ecológico por su biodiversidad.



    Son un habitat irremplazable para multitud de invertebrados ( gusanos, caracoles, mariposas, escarabajos, termitas, etc. ) y también para bacterias, hongos, reptiles, aves y mamíferos.

    Son fuente directa o indirecta de comida para estas especies e indirectamente para sus depredadores. Son un elemento importante para completar el ciclo del carbono en el ecosistema forestal y fuente de humus.

    Las especies ( animales, hongos, vegetales ) relacionadas con la presencia de madera muerta se encuentran amenazadas y, en particular, los invertebrados debido a la desaparición de los bosques ricos en maderas muertas.

    La descomposición de la madera pasa por varias etapas:

FASE DE COLONIZACIÓN

    La madera es colonizada por los insectos ( saproxílicos ), como los escarabajos, capaces de horadar la madera dura.

FASE DE DESCOMPOSICIÓN

    Entran en juego nuevos insectos que utilizan como alimento el producto de los primeros.

FASE DE HUMIFICACIÓN

    Los insectos son reemplazados por organismos del suelo como  lombrices, ácaros, etc.




    Existe en la Fraga una zona denominada de "soto manso". A diferencia del "soto bravo" los castaños están dispuestos por la mano del hombre para producción de madera o frutos, plantados de tal forma, que se miren como se miren, forman lineas rectas.


    En uno de los lados, unos prados lindan con la Fraga. Están atravesados por un pequeño arroyo y en medio se puede apreciar una construcción abandonada, se trata de un viejo molino, testigo mudo de tiempos pasados en los que gozó de una mayor gloria.


    Hasta aquí la entrada de hoy, se escapa un poco del tema del bonsái, pero creo que puede resultaros interesante. De cuando en vez hay que retornar a los orígenes para continuar avanzando y ese origen siempre está en la Naturaleza.

    Tengo que confesar que siento una especial predilección por este espacio, no en vano, cuando fue declarado Monumento Natural por la Xunta de Galicia, estuve trabajando en su acondicionamiento durante una temporada. Estaba hecho una selva y hubo que retirar maleza, contruir senderos, poner vallas de madera para delimitar ciertas zonas, sanear algunos árboles, etc.

    Os animo a que visiteis este espacio si os cuadra de pasar por la zona, seguro que os gustará.

    Os espero en la siguiente entrada, ya sabéis que este viejo cascarón no para de navegar.

    Juan Liñares

La popularidad se llama moyogui

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EL MOYOGUI O VERTICAL INFORMAL

    Tal vez se trate del estilo más popular en la actualidad debido, sobre todo, al hecho de que resulta mucho más fácil encontrar material apto para este que para otros estilos. En realidad la mayoría de las plantas que consideramos aptas para su uso en bonsái se podrían modelar con forma vertical informal.

    Los bonsái modelados en estilo moyogui representarían aquellos ejemplares que, habiéndose desarrollado en condiciones bastante favorables, han sufrido ciertos avatares a lo largo de su vida que les han hecho adquirir curvas y sinuosidades.

    Como su propio nombre en castellano indica se trata de otro estilo vertical, como el erecto formal. Sin embargo, a diferencia de él, permite una cierta flexibilidad en el acatamiento de las normas, pudiendo introducir algunas variaciones que pueden resultar de interés para la mejora general del ejemplar. De todos modos la distribución de las ramas suele seguir un patrón muy parecido a la del estilo chokán.

    Algunas de las características que definen este estilo son:

    1ª) El tronco ha de ser poderoso en su arranque para ir disminuyendo gradualmente su diámetro conforme nos acercamos al ápice.


    2ª) El tronco ha de describir algunas sinuosidades o curvas a lo largo de su recorrido. Según estas sean más o menos pronunciadas se puede hablar de Moyogui o de Usu-moyogui. Esta última denominación se le da a aquellos árboles cuayas curvas son muy suaves. También se conoce como vertical informal de curvas suaves.


    3ª) La distribución de las ramas a lo largo del tronco ha de seguir la misma distribución que en el caso del vertical formal, es decir, se han de distribuir las ramas en tríadas, de forma que tengamos una a un lado, otra al lado contrario, otra detrás y así sucesivamente hasta la parte alta del tronco (último cuarto), en donde ya deberemos de dejar alguna rama al frente. De todos modos esta distribución no es necesario que sea tan rígida como en el chokan, pudiendo realizarse algunas pequeñas alteraciones.


    4ª) Idealmente la ramificación debería de tener un movimiento que sintonizase con el del tronco. De este modo le daremos más o menos curvas y haremos estas más o menos pronunciadas siguiendo el mismo patrón del tronco.


    5ª) Las ramas han de arrancar del exterior de las curvas del tronco, nunca del interior de las mismas. Este aspecto es muy importante desde el punto de vista horticultural, ya que las ramas que crecen en zonas interiores reciben menos luz y terminan por morir. Además viene a reflejar lo que sucedería en la Naturaleza, donde las ramas más vigorosas suelen ser las que reciben una mayor cantidad de luz solar y que normalmente son las situadas en el interior de las curvas. Esto suele provocar la paulatina y lenta degeneración de otras ramas que crecen a partir de zonas menos favorables, con lo que suelen terminar por secarse.


    6ª) En este sentido el árbol puede tener las curvas que queramos pero el ápice tiene que retornar a la proyección vertical de la base. Es decir, tanto el ápice como la base han de poder ser unidos al trazar una linea perpendicular al suelo. Este detalle es de suma importancia ya que le confiere estabilidad al conjunto. De todos modos se suele aceptar una ligera desviación, de modo que la proyección del ápice sobre el suelo pueda caer ligeramente desplazado del nebari. Esta desviación nunca deberá ser superior a los 15º.
    7ª) Una vista lateral del bonsái debe mostrar el árbol con el ápice ligeramente inclinado hacia el frente. Esto se hace con el fin de reforzar la sensación de perspectiva, del mismo modo que cuando estamos contemplando en la Naturaleza un árbol muy alto desde una posición próxima a su base, nos da la sensación de que la parte superior se inclina hacia nosotros, a pesar de que el árbol pueda ser totalmente vertical.


    8ª) Un nebari poderoso refuerza la imagen global del árbol, haciéndolo más majestuoso, creible, valioso, estable, etc. Debe ser radial, a diferencia de los estilos inclinados. De todos modos las raices que se sitúan en la parte central deberían ser algo más cortas que las laterales y traseras. Además también debemos evitar que se dirijan directamente hacia el observador.


    9ª) Las macetas que se suelen utilizar para los árboles modelados en este estilo suelen ser ovaladas o también rectangulares. Lo que suele ser muy variable es el color, la textura y la profundidad. En cuanto al color deberemos elegir uno que compagine con las tonalidades generales de alguna de las partes del árbol. En algunos casos podemos elegir el color del tiesto utilizando justo el criterio contrario, es decir, escogiendo uno que contraste vivamente con una parte del árbol que queramos resaltar (por ejemplo: follaje, frutos o flores rojas - tiesto azul).


    10ª) La textura de la maceta también es relativa y dependerá de la que tenga el tronco. De este modo si el tronco es viejo, con maderas muertas, con corteza agrietadas, etc., le sentaría bien una maceta sin esmaltar. Por el contrario, si se trata de un tronco de corteza delicada, fina, sin demasiado carácter, joven,etc., lo que mejor le irá es un tiesto esmaltado. Si el ejemplar es excepcional por la textura de su tronco podremos inclinar nuestra elección hacia macetas hechas a mano, muy texturizadas, con relieves.


    11ª) En cuanto a la profundidad de la maceta, esta dependerá del grosor del tronco. Idealmente debería de tener la misma profundidad que el diámetro que tiene el tronco en su base o bien algo menos.


Exposición en el " Coruña Outlets Style" de Culleredo I

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    Durante este pasado fin de semana ha tenido lugar una pequeña muestra de bonsai en el centro comercial "Coruña the style outlets". Ha sido organizada por la Asociación Cultural Bonsái Coruña y en ella se pudieron contemplar algunos árboles de los socios de este club. En esta ocasión no he participado con ninguna pieza de mi propiedad por razones de logística. Los árboles que se pudieron ver son de lo más diverso y muestran un poco los diferentes niveles de los aficionados de base.

   El lugar destinado para la celebración del evento no era demasiado grande, por lo que la cantidad de ejemplares no podía ser elevada. Debido a la escasez de espacio no se utilizaron plantas de acento y muchos árboles carecían de mesas expositoras. Tal vez haya que replantearse muchas cosas alrededor de estas expos, tal vez sea mejor renunciar a la cantidad en aras de la calidad, pero también es cierto que se trata de dar cabida a todos los aficionados, se les anima a que expongan, sea cual sea su nivel. Por eso es una expo de club, no se trata de ningún concurso. Paso a mostraros las fotos de los ejemplares expuestos.

    Comenzamos con un magnífico ejemplar de Azalea satsuki ( Rhododendron indicum ) propiedad de Carlos Leborán. Este ejemplar es de gran tamaño y hasta no hace mucho tiempo pertenecía a César Ortega, el "Kaiser"  del Tim bonsái.


    Vista desde el lateral derecho.
   

    Detalle de las flores.


    Otra Azalea, en este caso propiedad de Marcial Campos.


    Había un par de árboles que estaban situados con un espejo de fondo. De este modo se podían tomar unas imágenes ciertamente curiosas, como esta que enseño a continuación y en la que parece que la planta se está mirando, coquetamente, en él.


    O esta otra imágen en la que el propio fotógrafo sale reflejado en la instantánea que está tomando.
   

    El otro árbol con un espejo de fondo era un Cedro del Líbano, propiedad de nuestro compañero Jaime, que se estrenó como expositor en esta muestra.


    Ahora os vuelvo a mostrar otro ejemplar de nuestro compañero Carlos Leborán, en este caso un Pinus sylvestris procedente del País Vasco.


    Un pequeño grupo de Olmos chinos del que desconozco los datos de quien era su propietario.


    Un fresno propiedad de Raúl Besada, anterior presidente de la Asociación.


    Una especie inusual en bonsái: Evonimus japonicus, propiedad de Antonio Piñero.


    Un pequeño Berberis, creo que perteneciente a la colección de Jose Tacón.


    Un acebuche perteneciente a José V. San Luís. Es curioso, pero este ejemplar se ha conseguido a partir de una vieja raíz desgajada de un gran olivo de jardín.


    Tenemos a un joven aficionado en el club que se ha animado a exponer por primera vez. Su debut lo ha hecho con este Roble Albar que os muestro a continuación. Se llama Diego.


    Ahora le toca el turno a un pequeño Crataegus propiedad de Raúl Besada.


    Un Olmo Chino, también de Jose Tacón.


    Un Cotoneaster de Antonio Piñero.


    También exponía por primera vez José Ignacio Gonzalo, Gonzalo a secas para los amigos. El sábado mismo me enteré de que era apellido y no nombre. Nos mostró alguno de sus juníperos, procedentes todos ellos de esquejes de un ejemplar de gran porte que cultiva desde hace casi dos décadas y al que apoda "el abuelo". Uno de los ejemplares era este.


    Este era otro de los descendientes del "abuelo", también propiedad de Gonzalo.


    Y este es el tercer junípero que presentó Gonzalo, lamentablemente el árbol estaba mal colocado, no me percaté de ello y tomé la foto desde la espalda del mismo.


    El siguiente en la lista es un bonito Acer buergerianum propiedad de nuestro presidente Marcial Campos. Es de destacar la maceta que tiene, de una factura exquisita, obra de Petra Engelke, esposa de Harry Tomlimson.


    Otro ejemplar que dejó ver Marcial ha sido este Pinus sylvestris doble tronco.


    Este pequeño Ciprés de Hinoki que os muestro ahora es propiedad de Antonio Piñero, sin duda uno de los miembros más activos de la Asociación.


    Raúl Besada aportó también un pequeño bunjín de Pinus sylvestris.


    Las azaleas han tenido cabida en esta muestra, este tercer ejemplar también es propiedad de Marcial Campos.


    Un Ulmus minor de Luís Alberto Martínez.


    Ahora os muestro un Aligustre de Marcial Campos.


    Un granado de tamaño reducido, creo que de Raúl Besada .


    José V. San Luís contribuyó también con este Pinus parviflora, una pieza ya clásica en las exposiciones que organiza la Asociación.


    Del mismo autor es este pequeño Olmo Chino, que atrajo sobre sí muchas miradas que se detuvieron en su prolija ramificación.


    A este pequeño Cotoneaster de Jose Tacón se le augura un gran futuro, tiene potencial para ser un gran pequeño árbol.


    Sin embargo a este manzano del mismo propietario le queda mucho camino por recorrer todavía.


    Jaime también participaba por primera vez y, al margen del cedro que ya presenté, trajo esta Haya Roja.


    Este Pino inclinado es otro de los ejemplares presentados por Marcial Campos.


    Esta pequeña azalea que os muestro a continuación no sé a quien pertenecía, se  me olvidó preguntarlo.


    Marcial también nos dejó ver su Alerce, insospechadamente conseguido de material yamadori.


    Pues esto es lo que han dado de sí los bonsái expuestos. En una próxima entrada os enseñaré algunos de los suisekis que se pudieron contemplar y vistas generales de la muestra. Espero que os haya gustado la travesía de hoy, ya sabeis que os espero en la siguiente etapa de este recorrido sin fin alrededor del mundo del bonsái. ¡ No faltéis...por favor !

    Juan Liñares

Exposición en el "Coruña Outlets Syle" de Culleredo II

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    Como lo prometido es deuda, termino de mostraros la exposición que tuvo lugar el pasado fin de semana en Culleredo, un ayuntamiento limítrofe con la ciudad de A Coruña.

    Como os dije en la anterior entrada me quedaban algunas fotos por mostrar, en este caso tienen como protagonistas a las piedras de algunos compañeros de club y también unas vistas generales. Comienzo por las primeras.

    Casi todas las que pudimos contemplar tenían su origen en la costa coruñesa, donde se pueden recoger rocas con unas formas increíbles, que reproducen en miniatura paisajes grandiosos. Un buen ejemplo es este ejemplar que sigue, propiedad de Jose Tacón.


    Por lo que me comento un compañero son piedras formadas por cuarcita, que tiene un patrón de rotura en forma laminar. Este otro ejemplar pertenece a Antonio Piñero, y da la sensación de reproducir un paisaje de montaña con lago incluído.


   También de Antonio Piñero es esta otra piedra, que reproduce un puntiagudo picacho.


    Había también alguna piedra de origen chino, muy habituales en cualquier evento de estas características. Esta que muestro no recuerdo bien si era de Marcial Campos o de Raúl Besada. En todo caso creo que uno de los dos es el propietario.


    El que sí es propiedad de Marcial Campos es es este bonito biseki. Hace años que lo tiene y ya lo hemos disfrutado en numerosas exposiciónes, pero el paisaje que se dibuja en su superficie no deja de maravillarnos.


    Un ejemplar que me ha gustado mucho ha sido este de Jose Tacón. Es más pequeño que los anteriores, pero su poder de sugestión es enorme.


Jose ha sido el aficionado que más piedras ha traído, es un apasionado de ellas. La última de su propiedad es esta otra que sigue, también con un parecido a un paisaje real sobrecogedor.

    Hasta aquí las piedras expuestas, la verdad es que tampoco es que hubiese muchas.

    Paralelamente a la celebración de la exposición ha tenido lugar un pequeño mercadillo al que algunos socios hemos acudido con material para venta, intercabio o regalo. Yo en concreto cambié un prebonsái de azalea por un par de piedras que me gustarón. Una de ellas tiene ya el daiza hecho y sugiere un paisaje ciertamente grandioso.


    La otra piedra también tiene un poder de sugestión brutal, aunque unas zonas de rotura recientes y unos bordes rectos le restan muchísimo valor. Esta no tenía base, pero es posible que le haga una o, mejor aún, tal vez la exponga sobre suibán con arena, dado que a mí me sugiere un paisaje costero, con olas y agua incluídos.


    Finiquitado el apartado dedicado a las piedras, termino la entrada de hoy mostrando algunas vistas generales del recinto en el que se ha desarrollado el evento.







    Y hasta aquí todo lo que tenía para mostraros, espero que os haya resultado entretenido, yo ya no pido que os haya gustado.

    Recordad que os espero en la siguiente entrada, ya sabeis que este viaje sin fin siempre nos depara sorpresas en su recorrido. Os espero a todos, incluídos los habituales, no hay vacaciones, ni verano, ni playa que sean admitidos como disculpa.

    Juan Liñares

Desmelenado

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INTRODUCCIÓN

    Algunos de los trabajos que más tiempo ocupan a los aficionados en esta época son el pinzado y el desalambrado. De esta tarea tratará la historia que hoy os traigo.

    Creo que al protagonista ya le conocéis, aunque ha cambiado algo desde que lo puse la primera vez. Se trata de un Cerezo de Santa Lucía ( Prunus mahaleb ) que llégó a mis manos a través de mi buen amigo Kingii. Realmente lleva ya unos tres años conviviendo con el resto de ejemplares de mi colección, pero todavía está en las fases iniciales de formación. En un principio carecía totalmente de ramas y lo único de que disponía era de un grueso tronco y un montón de brotes incipientes que aspiraban a convertirse en elementos importantes dentro del diseño final.

    De inicio el reto que se plantea al tener un tronco de diámetro generoso pero con unas ramas tan finas, es el de conseguir engordar éstas para que estén en proporción al grosor de ese tronco que las sustenta. Este proceso puede llevar más o menos años según el tamaño del árbol. La técnica que utilizo para conseguir este propósito es alambrar el comienzo de las ramas y dejar crecer mucho durante la primevera y el verano. Al dejar crecer se consigue que la base de las ramas, la parte que hemos alambrado, adquiera un buen diámetro en relativamente poco tiempo. Luego, cuando el alambre se comienza a clavar ( si lo hace algo tampoco es demasiado problema en esta etapa de formación) se poda corto y se desalambra. Luego se alambra de nuevo, pero teniendo la precaución de ganar un poco de longitud en la rama con respecto a la que habíamos dejado en la anterior sesión de trabajo.

EL SUJETO

    Tras la breve introducción con la que he comenzado, paso a mostraros el aspecto que lucía el  Prunus antes de comenzar la "puesta al día". Este trabajo se ha realizado la última semana de julio.

Frente del árbol

Lado derecho

Lado izquierdo


EL MANTENIMIENTO

    Como se desprende de la contemplación de las anteriores fotografías, el árbol estaba vigoroso y mostrando una buena tasa de crecimiento. Al pretender que las nuevas ramas adquieran el grosor adecuado, es normal permitirle un crecimiento tan acusado. Lo malo es que yo había alambrado en primavera el comienzo de dichas ramas para dasrles forma y, como os podeis imaginar, con este arreón que dió el árbol los alambres se comenzaban a clavar. Era hora, por lo tanto, de proceder a su desalambrado. De paso se aprovechó para reducir la longitud de los nuevos brotes. De no haber sido por el hecho de verme obligado a retirar los viejos alambres quizás lo hubiese dejado todavía más tiempo creciendo a su aire, de este modo engordarían más rápido las ramas. De todos modos la evolución ha sido buena en esta temporada, no hay que quejarse, por lo que volver a definir el diseño de la planta tampoco es perder el tiempo.

    La primera cosa que hice ha sido retirar de la superficie del sustrato los cilindros de abono que tenía desde marzo.


    No cabe duda de que la brotación ha sido fantástica, se está comportando muy bien esta pieza.



     Repito que la verdadera razón que me indujo a iniciar el mantenimiento de este ejemplar ha sido el hecho de que algunos alambres ya se estaban clavando.


    Cuando se plantó el árbol en la actual maceta hubo que anclarlo muy bien, sobre todo en el lado contrario a la caída. Los alambres, antiestéticos y a la vista, todavía se podían ver en la actualidad.


    Por ello la poda fue la primera operación que acometí, de este modo el desalambrado sería más fácil de llevar a cabo al no haber tanta vegetación estorbando.
Aquí podeis ver a que nivel se han recortado los brotes, en general cortos. Esta fue la primera rama en ser reducida.



    Fijáos que la porción que se ha dejado a mayores es la que está después del antiguo alambre, como veis poca cosa. Y por si no ha quedado claro quizás la siguiente foto ayude a una mejor comprensión.


    Una de la consecuencias de haber disfrutado de un crecimiento descontrolado durante varios meses, ha sido la aparición de nuevos brotes no contemplados en el diseño original e innecesarios en su mayor parte.


    Hay que eliminarlos de cuajo cuanto antes, ya bastante tiempo han permanecido en la planta.


    Una vez finalizada la poda el aspecto del Prunus ya había cambiado bastante.


    Observando la planta con detenimiento se puede ver como en la rama más baja se han dejado unos brotes más largos. Su función será conseguir una masa con un movimiento claramente hacia la izquierda, cosa que hasta ahora no transmitía, más bien todo lo contrario. El objetivo es trabajar en esta rama para conseguir un clara orientación hacia ese lado, como el resto del árbol.

    En la siguiente instantánea me podéis ver en plena faena, desalambrando. La toma fue un robado de mi "niña".


    No se aprecia demasiado la diferencia, pero aquí el árbol ya estaba totalmente desalambrado.


    Y ahora os muestro en detalle la rama de la que os hablé antes, donde se aprecian esos brotes que se dejaron más largos, sobre todo los situados más hacia la izquierda.


    Medio oculto, pero presente, en la parte trasera de esta rama hay un tocón que todavía no se ha trabajado. Habrá que meterle mano.


    Tras una primera intervención su aspecto cambia.


    También había zonas en las que todavía permanecían adheridos trozos de corteza muerta.



   En la parte inferior de este tocón hay raíces que de momento se conservarán, pero hay que tocar esa madera y desprender la corteza muerta que todavía se mantiene agarrada a ella.


    Para actuar en esta zona es necesario retirar el alambre.


    Para despegar la corteza muerta es muy útil una cuchilla de injertar.


    Las zonas a las que he hecho mención una vez saneadas.


    Tras estos trabajos se comienza a colocar un nuevo alambre. En la foto de abajo se puede observar la rama más baja ya alambrada, pero sin colocar.


    Y ahora una vez modelada.



FINALIZANDO EL TRABAJO

    Este ejemplar tiene una gran cantidad de madera muerta, con algunos detalles de calidad francamente destacables. Por supuesto se aprovechó la ocasión para sanearla y tratarla adecuada. Os muestro algunos pequeños detalles.






    Para finalizar la entrada os dejo, como ya suele ser habitual, con las fotos finales del trabajo, con el árbol ya totalmente alambrado y modelado de nuevo.

Frente
 
Parte trasera 

Lado izquierdo

Lado derecho

    Hemos llegado al final por hoy, después de unas semanas de inactividad, de inmerecidas vaciones, retomamos el sendero de las entradas semanales...siempre que haya material interesante para mostraros.

    No os olvideis de que de esta aventura participamos todos, por eso agradezco siempre vuestra presencia desde el otro lado de la pantalla. Os espero en la siguiente marea, ¡ no faltéis !

Yo también estuve en Moaña I

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PONIÉNDOSE EN SITUACIÓN

    El fin de semana se presentó tórrido en la Comarca del Morrazo. Un  Sol de justicia hacía las delicias de cientos de personas que se acercaron a gozar del baño en las tranquilas aguas de este rincón de la Ría de Vigo. Hoy nuestro rumbo apuntaba a Moaña, lugar en el que se desarrolló la III Mostra de Bonsái, organizada por un pequeño grupo de entusiastas aficionados. En un escueto espigón del paseo marítimo Neptuno nos recibió con gesto un tanto enojado.


    El edificio que albergaba la exposición era el de la Plaza de Abastos de la localidad, utilizado para tal fin en su primera planta y con una segunda muy apropiada para el desarrollo de muestras como la que nos ocupa. Está situado en el paseo marítimo y su cubierta es inconfundible, resultando visible a lo lejos gracias a su multiplicidad de colores.


    Frente a esta singular edificación se extiende una amplia explanada donde se ubica, al otro lado de la misma, un palco de música en el que se suelen realizar actuaciones en vivo.


    Muy cerca de aquí un enorme calamar gigante hace las delicias de niños y mayores. La foto típica es la de alquien sentado en su lomo. Precisamente esta parte del cefalópodo está confeccionada con piezas cerámicas de distintos tonos de azul, lo que le confiere un característico y brillante aspecto.


    Situada al otro lado de la ría, Vigo se yergue como la gran ciudad que domina todo el contorno y que monopoliza la actividad y la vida de las gentes de los alrededores, entre otros la de los habitantes del Morrazo.


    El hecho de gozar de una jornada totalmente tranquila en lo meteorólogico y de estar enclavada en plena ría, al abrigo de los embates de la mar océana, hace que las aguas de Moaña se muestren tranquilas. Tal vez algunas pequeñas embarcaciones tengan añoranza del vaivén de las olas, que las mecen en los días de temporal.


    En la baranda del edificio al que nos disponemos entrar una joven gaviota reposa tranquilamente, disfrutando de tan plácido día, casi como si de un humano se tratase. El paisaje la tiene cautivada.


LOS ÁRBOLES

    Una vez dentro del local comienza el rito de disfrutar de la expo. Dar una primera y rápida pasada para ver todos los árboles, repetir una segunda vuelta comentando ya algunos pormenores con los expositores presentes, fijarse en los detalles, debatir sobre elementos a mejorar tanto en árboles como en la expo en sí y, en definitiva, empaparse de todo lo que se nos regala a la vista...¡ que para eso hemos venido hasta este maravilloso lugar de la costa gallega !. Sólo después de un buen rato nos armamos de cámara y trípode, los asiduos visitantes del "Cuaderno de bitácora" se merecen un reportaje "especial". Dada la gran cantidad de material gráfico del que dispongo dividiré la exposición en varias entradas, hoy toca ver únicamente los árboles. ¡ Va por vosotros !

    El pirmer ejemplar que os muestro pertenece a nuestro querido compañero Xaime Parada. Se trata de un Fresno con una importante porción del tronco transformada en madera muerta.


    Seguimos con un Pinus sylvestris, propiedad de Moisés Iglesias con un diseño de copa muy elegante.
   

    Xaime Parada ha colaborado con la cesión de varios ejemplares. Otro de los que trajo fue este pequeño Acer palmatum, de tamaño sohin.


    Javier Rebouzas es un joven aficionado de la zona al que todavía le nota un brillo especial en los ojos cuando habla de bonsái. Es de esas personas en las que notas que esta afición ha calado, que la disfruta y la vive con pasión. Uno de los ejemplares que presentó fue este pequeño Cotoneaster horizontalis.


     A pesar de su pequeño tamaño el siguiente Olmo chino es uno de los árboles en los que he visto una mejor evolución últimamente. Procedente de un acodo de la parte apical de un árbol mayor, creo que ha superado actualmente a su progenitor. Su propietario es Jose V. San Luis, aunque él diga que es de su yerno.


    De pequeño tamaño también es este pino negro japonés (Pinus thumbergii), propiedad de Xaime Parada.


    Santiago Soleto, que mantiene una estrecha relación con los organizadores, no podía faltar en esta expo. Una de sus contribuciones es este pequeño Cotoneaster.


    Naturalmente en una expo como esta también hay aficionados a los que no conozco, como es el caso de Pepe Piñeiro, que tenía esta Haya en la muestra.


    Curioso resulta el nombre con el que son conocidos por la zona los espinos blancos ( Crataegus monogyna ), a los que se les denomina "estripeiros". En este ejemplar, propiedad de Julio Fernández, se puede apreciar claramente como los frutos ya están muy maduros, cosa que no ocurre en los míos, sometidos a una climatología más rigurosa y que todavía permanecen verdes.


    De Julio también es propiedad esta Haya Roja ( Fagus sylvatica var. atropurpureum ).


    Se dió la circunstancia de que la mayoría de los árboles de Julio Fernández estaban colocados de modo correlativo, por lo que a la hora de hacer la fotos salen seguidos. No quise alterar dicho orden, por lo que el siguiente olivo también es de su propiedad.


    También este Olmo Chino ( Ulmus parvifolia ) era suyo.


    Y este es, sin duda, uno de sus ejemplares más representativos, un bonito Aliso ( Alnus glutinosa ) que lleva formando desde hace años.


    Pablo Iglesias sólo tenía dos árboles en la muestra, uno de ellos además me resultaba conocido, no en vano formó parte de mi colección durante bastante tiempo. El año pasado se le cambió la maceta por otra más adecuada. Este es el resultado. ¡Ah, se me olvidaba!, se trata de un Arce de Montpellier (Acer monspessulanum ).


    El que sigue a continuación es un Olmo Chino, con la presencia de una roca sobre el sustrato de plantación.


    Otro de los expositores era Fernando Blanco, que contribuyó cediendo varios de sus árboles para la exposición. Uno de ellos era este Pinus sylvestris de gran tamaño.


    Del mismo autor también era esta Sabina rastrera ( Juniperus sabina ), que ahora os presento.


    De Javier Rebouzas ya os hablé anteriormente, suyo era también este Membrillero chino ( Pseudocydonia sinensis ).


    Creo que este ejemplar, propiedad de Fernando Blanco, debía ser el único Juniperus chinensis presente en la muestra.


    Jose V. San Luis aportó también este Acebuche, procedente de un trozo de raíz de un árbol adulto. Domina la composición la gran cantidad de madera muerta que posee. La maceta es obra de Iñaqui Tellería.


    El que os muestro ahora es un ejemplar de Eleagnus ebbingei "variegata"´, el único que conozco trabajado como bonsái. Es propiedad de Pablo Iglesias y es un árbol de un tamaño respetable.


    Manuel Abril tampoco quiso perderse la oportunidad de colaborar con los voluntariosos organizadores, no en vano le une a ellos una relación de amistad que trasciende al bonsái. Sólo tenía un árbol "presentable" según sus palabras, aunque sabemos de buena tinta que en su mente está dar la campanada en la siguiente edición. Hoy nos muestra su Azalea ( Rhododendron indicum ).


    Había un Arce Japonés de Montaña ( Acer palmatum ) de tamaño considerable, su propietario era Fernando Blanco.


    También era de Fernando este Tejo ( Taxus baccata ) que ahora os muestro.


    Otro buen amigo y entusiasta aficionado es Carlos Fernández, al que su relación con los organizadores no dejó otra posibilidad que la de participar con uno de sus árboles. En este caso lo hizo con un bonito Olmo Chino, plantado en una maceta obra de Olga López.


    El árbol que os muestro a continuación pertenece a Mosés Iglesias. Supongo que algunos de vosotros lo recordáis, puesto que ha participado en el concurso organizado recientemente por el Tim Bonsái sobre evoluciones. Se trata de una atractiva Sabina ( Juniperus sabina ) con un trabajo de formación bastante avanzado.


    El Pinus parviflora que os enseño ahora ha sacado de más de un apuro a su propietario, no en vano es uno de sus comodines a la hora de acudir a las exposiciones de bonsái. Pertenece a la colección de Jose V. San Luis desde hace más de una década.


    José Crusat, a quien todos conocemos como "Choumi", también quiso estar presente en esta exhaltación de bonsái. Presentó una única composición, pero formada por dos árboles, una Gardenia ( Gardenia jasminoides ) y un Juniperus chinensis.



    Un Olmo chino de Pepe Piñeiro complementaba su participación en el certamen. Su modelado recuerda mucho a la de algunos arces.


    Moisés Iglesias, uno de los organizadores del evento, se puso en contacto conmigo para preguntarme si podía participar con alguno de mis árboles. Al encontrar la forma de hacérselos llegar y dado que yo soy de liarme fácil, acepté la invitación y le envié dos ejemplares. Mi  modestísima contribución comienza con este pequeño boj, de apenas 20 centímetros de altura, aunque de ancho tiene algo más.


    De propio Moisés es un árbol que tampoco se suele prodigar ni en las exposiciones ni en los bancos de cultivo de los aficionados. Se trata de un Bonetero ( Evonimus japonicum ), cuya imagen su propietario utiliza como avatar en su foro "Auniosbonsái", en el que participo de vez en cuando.


    J. I. Gonzalo es un propagador de juníperos de jardín. Hace unos veinte años que compró el primero y desde ese momento comenzó a plantar esquejes del mismo hasta conseguir un buen número de plantas, todas ellas hijas, nietas, biznietas,...de aquel junípero primigenio. Uno de esos descendientes es el que ahora sigue.


    Otro de esos descendientes es el que os muestro en la imágen inferior.


    En la muestra había una pequeña azalea satsuki, propiedad de Xaime Parada. Era más alta, pero su propietario decidió acodarla y sacar dos ejemplares; esta es la parte baja del mismo.


    Tampoco tengo el gusto de conocer personalmente a Sergio Portela, pero lo que sí he tenido es ocasión de ver una plantación en roca que expuso en el evento. El árbol es un Juniperus procumbens.


    Los asistentes pudieron también contemplar una composición de varias azaleas, propiedad de Julio Fernández.


    Sigue ahora un pequeñísimo Olmo Chino, propiedad de Pepe Piñeiro y con el que cierra su participación.


    La verdad es que pocas veces se tiene ocasión de ver especies un tanto "exóticas" transformadas en bonsái. Y me refiero a "exóticas" queriendo decir "poco utilizadas". En esta ocasión pudimos admirar varias, una de ellas era este ejemplar de Liquidambar petir boulevard, propiedad de Matias Rivera.


    Había una pequeña higuerita que pertenecía a Santiago Soleto. Os la presento.


    Y para finalizar la crónica por hoy, termino con el último árbol expuesto, en este caso un pequeño y humilde Cotoneaster horizontalis con el que, además, completaba  mi participación.


    Me quedan todavía muchas cosas por compartir: plantas, suisekis, expositores, etc. ¡ No os perdais la siguiente entrega !

    Juan Liñares

Yo también estuve en Moaña II. "A destiempo".

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    Hola de nuevo a todos. Antes de nada quisiera pedir disculpas por la demora en la publicación de esta entrada. La verdad es que habiendo pasado tres semanas desde que tuvo lugar esta exposición, parece que esta continuación llega a destiempo. He tenido una serie de "problemas técnicos" que me han impedido hacerlo antes. Espero que todo vuelva a la normalidad y que pueda continuar la subida de nuevas entradas con la periodicidad habitual.

UNA BALLENA CONTROVERTIDA

    En la anterior entrada ya os he presentado al calamar gigante que adorna el paseo marítimo, justo enfrente del edifició en el que se desarrolló la muestra. Pero el calamar tiene una compañera de mayor tamaño: una ballena, conocida como "A balea do Con". La técnica con la que fue construída es la misma que la del calamar, teniendo todo su lomo recubierto por piezas cerámicas de color azulado, que le dan un aspecto brillante.

    En los días previos a la inauguración de la escultura se comenzó a escuchar que dicha ballena se trataba de una Yubarta ( Megaptera novaeangliae ), cimentada dicha clasificación por el hecho de tener las partes inferiores de color oscuro. Sin embargo pronto sugió una pequeña polémica que persiste a día de hoy: la cola de las ballenas está dispuesta en horizontal, en realidad la de todos los cetáceos. Esta característica las diferencia de los peces y  es por ello que una cola dispuesta en vertical no cuadraba con los caracteres diferenciadores de este gigante marino. De todos modos el cetáceo se ganó el cariño de la población y hoy es uno de los símbolos más característicos del Paseo del Con ( paseo marítimo de Moaña ). Fruto de este sentir popular es el nombre con el que se la ha bautizado: "Anduriña".



 
APARTADO PIEDRAS

    La mayoría de los árboles expuestos estaban acompañados por plantas de acento, pero había unos pocos que tenían suisekis para completar la presentación. Uno de los que aprovechó la ocasión fue Jaime Parada, que acompañó su Fresno con un suiseki obsequiado por Mimo Abate.


    También esta pequeña piedra estanque fue aportada por él. En este caso acompañaba a su pequeño Acer palmatum.


    Sólo hubo un suiseki expuesto en suibán. Era de Julio.


    Carlos Fernández también llevó su piedra cascada, con un daiza realizado por Moisés Iglesias.


    Otro de los ejemplares que mostró Jaime Parada fue esta piedra refugio, que acompañó a un pino.


    No suelen ser demasiado habituales, pero el caso es que en Moaña se han podido ver dos piedras estanque, la primera ya os la he enseñado, la segunda es la que sigue, propiedad de Fernando Blanco y que utilizó para acompañar a su sabina.


    El pequeño cervatillo de bronce refuerza la imagen de una bucólica escena agreste.

    La última de las piedras que os muestro representa a una figura humana. También pertenece a la colección de Jaime Parada y tal vez sea la que más me ha gustado de todas las que llevó al evento.


    Aunque no se trata de un suiseki os quiero enseñar ahora un trozo de madera encontrado en un curso fluvial. Es muy, muy dura, casi parece estar fosilizada. La utilizó Javier Rebouzas para reforzar la estética de su Pseudocydonia sinensis.



LAS PLANTAS DE ACENTO

    Como ya he comentado con anterioridad, todos los árboles tenían sus acompañamientos, bien fuesen piedras o plantas. Es difícil ver esta realidad en la mayoría de las expos de club, lo cual es de agradecer y pone en evidencia la preocupación y el gusto de los organizadores por hacer bien las cosas. El resto de los aficionados se lo agradecemos.

    Comienzo por hacer pública la foto de un pequeño Ginkgo bilova. No recuerdo a quién pertenecía.


    Moisés Iglesias utilizó este Sedum acompañar a uno de sus pinos.


    Había un Sempervivum tectorum de tamaño grande, que no tenía asignado ningún árbol. Creo que pertenecía a Julio.


     Esta otra planta, propia de zonas con mucha humedad, acompañaba al Cotoneaster de Javier Rebouzas.


    Al pequeño Olmo chino de Jose V. San Luís se le asignó este curioso acento.


    Esta pequeña Crásula está plantada en una maceta de fabricación artesanal. La realizó Santiago Soleto y acompañaba a su Cotoneaster.


    El Crataegus monogyna que expuso Julio Fernández tenía como acompañamiento esta viña virgen.


   Esta composición de plantas y madera seca también es propiedad de Julio y acompañaba a una Haya roja.


    Una vieja resa Sfilvestre, a juzgar por su tronco, acompañaba al olivo de Julio.


    Para su Olmo Chino utilizó un cactus, que estaba plantado en una bonita maceta artesanal.


    Para el que quizás fuese su árbol estrella en la expo, un Aliso, eligió un bonito helecho, plantado también en una maceta artesanal.


    Pablo Iglesias tenía un Ácer monspessulanum en la exposición, como seguro que recordareis. Lo acompañó con esta bonita planta de acento.


    El Olmo Chino que tenía una roca en la maceta, tenía al lado esta Begonia, plantada en una bonita y singular maceta.


    El gran Pinus sylvestris de Fernando Blanco se complementaba con este Sedum.


    También de Fernando Blanco era un Juniperus chinensis, que tenía como planta de acento a un pequeño helecho.


    El acebuche de Jose V. San Luís se acompañó de esta pequeña planta de acento.


   Manuel Abril presentó una Azalea en Moaña, así que decidió acompañarla con esta pequeña planta suculenta.


    El Acer palmatum de Fernando Blanco tenía como planta de acento a este helecho, plantado sin cerámica, sólo sobre una laja de piedra.


    De esta planta que sigue ya he mostrado otro ejemplar anteriormente. Esta, en concreto, acompañaba al Tejo de Fernando Blanco.


    Esta composición a base de Sedum y Festuca, fue presentada por Carlos Fernández como parte del conjunto presidido por su Olmo Chino.


    La bonita Sabina Rastrera, que nos enseñó Moisés Iglesias, se adornó con esta pequeña planta.


    Lo que un poco de musgo puede conseguir: composición sobre roca que acompañaba al pino de cinco agujas de Jose V. San Luís.


    Choumi completó su composición de sohines con este Sedum sobre roca, con un resultado muy natural.


    Pepe Piñeiro tenía expuesto un Olmo Chino, que tenía al lado, acompañándolo, a este helecho.


    Personalmente he decidido utilizar este pequeño Sedum para realzar a mi pequeño boj en semicascada.


    Esta pequeña crásula fue utilizada para acompañar al Evónimo de Moisés Iglesias.


    Los heolechos son siempre unas plantas a las que se recurre frecuentemente entre los aficionados. Casi siempre son resultones y los hay de muchísimas especies diferentes, es decir, hay donde elegir de sobra. Uno de los Juníperos de José Ignacio Gonzalo se acompañó de uno de ellos.


    Julio Fernández tenía una Azalea multitronco en la muestra. La acompañó de una pequeña Higuera.


    José Ignacio Gonzalo sólo preentó Juníperos. Otro de ellos lo "adornó" con esta composición, en la que la maceta es de factura artesanal.


    Matias Rivera sólo ha traído un árbol este año, un tanto especial pues se trataba de una Liquidambar, especie muy poco usada en bonsái. Lo acompañó con esta bonita planta, que reposaba en una maceta muy llamativa.


    La Higuerita que presentó Santiago Soleto la acompañó de una planta muy invasora, que en determinadas zonas puede incluso desplazar a la flora local. Se trata de la especie Persicaria capitata. Afortunadamente para bonsái es bastante adecuada, tanto por su habito de crecimiento (tapizante) como por su colorido y tamaño de hojas y flores.


    Para terminar este apartado de plantas de acento, os muestro una crasa que utilicé yo mismo para acompañar a mi sohin de Cotoneaster horizontalis.



PROMOTORES Y ALGUNOS PARTICIPANTES

    No quiero terminar la presente entrada sin mostraros unas cuantas instantáneas de los promotores del evento y de algún que otro participante. A algunos les hice posar para la cámara para que pasasen a la posteridad.

    Creo que es justo decir que entre Julio Fernández y Moisés Iglesias se han "comido todo el marrón" de organizar un evento como este. Comienzo, pues, por presentaros a Julio posando al lado de su Aliso.


    Moisés Iglesias posó orgulloso y feliz al lado de su querida Sabina.


    Entre los expositores estaba presente en el local Javier Rebouzas, del que ya os he comentado que se le nota un gran entusiasmo.


    A Jaime Parada le hice posar al lado de su pino. ¡ Grande Jaime !


    Los organizadores tuvieron a bien realizar unos diplomas de participación para agradecer a los participantes su colaboración. En la siguiente toma se ve a Manuel Abril recibiéndolo de manos de Julio.


    Las dos siguientes fotos no son mías, me he tomado la libertad de tomarlas prestadas. En la primera de ellas podemos ver al amigo Choumi recogiendo su diploma también de manos de Julio.


    Y, para finalizar, en esta que sigue podemos ver a José Ignacio Gonzalo posando junto a los dos organizadores: Julio y Moisés.


    Pues hasta aquí ha dado esta entrada. Pido disculpas a los organizadores y a todos los que me leeis por la demora, pero es que no me ha sido posible hacerlo antes. Ya lo comenté al inicio.

    Espero que el siguiente viaje sea menos accidentado y que no se demore tanto tiempo. Entretanto ¡ saludos marineros para toda la tripulación !.
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